¿Alguien escucha sus reclamos?

Columna Balcón Político

Por Carlos Camacho

Mientras en las alturas los “dueños” del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se desvelan en su lucha por la democracia y contra el autoritarismo, votando contra las iniciativas de reformas constitucionales promovidas por el partido en el poder, acá en las comunidades, los militantes que le quedan al PRI, lamentan el abandono, la desatención y el desdén con el que son tratados por sus dirigentes.

Un ejemplo de lo anterior, es la opinión del representante del tricolor en el municipio de Tlanchinol, cuya versión hizo circular otro priista que se resiste a que su partido muera.

“Desde las cúpulas del PRI no escucho ni leo una estrategia seria, ni siquiera una intención de remover y emancipar a la muy disminuida base priista que aún quedamos”.

Añade:

Después de este último proceso electoral (el del 2 de junio), ni siquiera una reunión del Comité Directivo Municipal para escucharnos. En cada municipio sin duda, tenemos una opinión sustentada en lo que escuchamos y vivimos a diario.

Con sólo hacer declaraciones a la prensa o publicar lamentaciones (sic), no vamos a recuperar la credibilidad de la gente. Lograr la fortaleza del partido debe enfocarse a que nos vean como la opción real en contraparte a las mentiras de este gobierno.

Ayer, en declaraciones periodísticas, el presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) y diputado local del tricolor, Marco Antonio Mendoza Bustamante, reconoció que el 60 por ciento de sus comités municipales (84, uno por municipio) son provisionales por falta renovación.

Además de que únicamente están activos 36 de los 84 que tenían hasta antes de los comicios del 2 de junio pasado, dijo al diario local El Universal, y anticipó que a partir del 15 de septiembre recorrerá el estado para realizar un proceso de revisión de las dirigencias locales, algunas ya vencidas, con delegados en funciones de presidentes de los comités municipales.

Anticipó que la renovación irá desde los presidentes de los seccionales hasta los de los comités municipales.

La pregunta, entre otras muchas, es saber si todavía hay militantes dispuestos a realizar las tareas que anteriormente hacían con el entusiasmo genuino de pertenecer a un partido poderoso, que premiaba los esfuerzos con cargos de elección popular o en las administraciones municipales o estatal. Con chamba, pues.

También hay que preguntarse si el PRI tendrá la capacidad para recuperarse de su estrepitosa caída, sin los que recursos de que disponía anteriormente merced a ser un apéndice del gobierno federal o estatal, según el caso.

Por lo pronto, los “dueños” del tricolor a nivel federal y estatal no aparecen muy preocupados por escuchar a la militancia de a pie, pues por lo pronto se han apoltronado en sus respectivas curules, con los beneficios que ello les representa.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio