Distribuyen ocho mil plantas en Chilcuautla.
Por Arturo González Alanís
Oportuno programa de distribución de magueyes comenzó a ser emprendido, por iniciativa de autoridades de la presidencia municipal de Chilcuautla, con los propósitos de rescatar ese tipo de planta, reforestar terrenos semiáridos, disponer de materiales suficientes para elaborar artesanías y generar economía en beneficio de las 22 comunidades que integran la localidad.
Como parte de ese reto, el martes 13 se entregaron ocho mil plantas de maguey, en manos de delegados comunitarios y artesanos de la comarca, en acto encabezado por el presidente municipal Valente Martínez Mayor, acompañado del titular de la Unidad de Planeación y Prospectiva del Estado de Hidalgo, Miguel Ángel Tello Vargas.
Miguel Tello -tras aclarar que sólo acudió como invitado especial y próximamente regresará para distribuir sus propias plantas-, destacó la urgente necesidad e importancia de retomar la siembra de maguey, en todas las comunidades, indígenas y rurales, así como inculcarla entre la población infantil y juvenil, para garantizar sustento y economía, así como evitar la erosión del suelo.
Dijo que además de funcionario estatal también se dedica a la agricultura, desde hace ya varios años, específicamente a la siembra de nopal para verdura, no el tunero, pero cuando tuvo necesidad de “abrir campo”, para sembrar nopal, no tuvo de otra que derribar mucho maguey, además de quitar también importante cantidad de nopal tunero.
“Tempo después me di cuenta: Me apendejé, sí me apendejé…”, señaló Miguel Tello, en tono chusco, ante delegados y artesanos, pues dijo que tiempo después se dio cuenta y valoró la gran importancia que tiene el maguey, en el suministro de materiales diversos y que servía mucho más de lo que él pensaba.
De ahí, dijo lamentar que en todo el territorio hidalguense se esté quedando el campo sin magueyes: “Ya no hay…”, resumió, ante lo cual reconoció la importancia de las acciones emprendidas por la administración municipal de Chilcuautla, en su reto de “sembrar magueyes por todos lados y donde todo el pueblo le está entrando con su esfuerzo”.
Ante ese tipo de iniciativas, “que transforman de manera positiva al campo y a las comunidades”, el funcionario estatal dijo esperar que autoridades municipales de la región también emprendan la misma acción, porque, además de ser “más bonitos”, los magueyes tienen muchas más opciones para ser aprovechados.
Y es que en Chilcuautla no es la excepción: El maguey también sirve a sus habitantes para extraer bebidas, como aguamiel y pulque; para obtener ixtle, que es la fibra con la cual elaboran prendas de vestir y gran variedad de productos de uso doméstico, además de ocupar las pencas en preparación de alimentos, como barbacoa de borrego y pollo y su respectivo consomé, entre muchos otros usos.
Pero el maguey también tiene su utilidad y beneficios para la agricultura, porque sirve para delimitar parcelas y terrenos, aparte de que la retención del suelo en cultivos a desnivel y en definitiva previene la erosión, que es uno de los problemas de actualidad en gran parte de las zonas rurales del territorio hidalguense.
Dicho sea de paso, aparte de la siembra de magueyes, la alcaldía chilcuautlense comenzó una campaña de reforestación desde mediados de junio pasado, distribuyendo un total de ocho mil árboles, que luego fueron sembrados en diferentes espacios públicos, como escuelas, parques, plazas cívicas y áreas destinadas a jardines pero que carecían de vegetación.
Otra parte de esos árboles fueron entregados a comunidades, para embellecer accesos principales y generar “pulmones nuevos”, mediante la siembra de fresnos, jacarandas, mezquites, palmas, truenos, pirules y cedros, que sin problema son adaptables a las condiciones climáticas y características del suelo del municipio.