Los Adultos Mayores Padecen Discriminación por su Edad

Las personas son estigmatizadas por su edad que también se profundiza con la etnicidad.

Por Ignacio García

En Hidalgo el 40 por ciento de las personas de la tercera edad padecen algún tipo de discriminación a consecuencia de su edad, lo que significa que este sector demográfico es descartado para diferentes actividades, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis), publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El estudio federal reveló que los adultos mayores son uno de los sectores sociales que padece mayor discriminación en el estado, principalmente por su situación demográfica, lo que implica el denominado “edadismo”, en el que impactan a la población de escasos recursos económicos.

De acuerdo con la Enadis, las mujeres mayores de 60 años son quienes padecen la mayor discriminación con el 53 por ciento, mientras que el 47 por ciento lo representan los varones, aunado que otro factor de estigmatización que sufren las personas de esa condición son quienes habitan en las zonas rurales con respecto a las áreas urbanas.

A nivel nacional Hidalgo se ubicó en décimo séptimo lugar con mayor nivel de discriminación entre la población mayor de 60 años de edad, por lo que se trató de uno de los sectores más estigmatizados, aunado a que la etnicidad se presenta entre los grupos más marginados.

Al respecto, Iván Méndez Valencia, investigador en Estudios de Población de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mencionó que el fenómeno de la discriminación se presenta en el estado en mayor medida con los adultos mayores, quienes tienen dificultades para la accesibilidad al sector laboral, pues no hay vacantes para acceder a una plaza laboral y obtener la remuneración económica correspondiente.

El también integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) expuso que el edadismo se ha convertido en un problema de estigmatización que impacta tanto a los adultos mayores como a los jóvenes, los cuales han sido dos sectores sociales que han sido relegados respecto a las actividades económicas y sociales que pueden repercutir en las condiciones de la población.

El académico aseveró que los adultos mayores que no tienen acceso a un puesto laboral acorde a sus necesidades, aunado a que tampoco tienen la posibilidad de obtener un sistema de salud garantizado, pues con la eliminación del llamado “Seguro Popular” las personas de la tercera edad no han tenido acceso a servicios indispensables.

Asimismo, indicó que no hay condiciones de bienestar para la población de la tercera edad, debido a que han sido relegados, por lo que tampoco tienen asegurados fondos económicos para el retiro y algunos deben continuar trabajando, pero no tienen posibilidades de incorporarse a un puesto laboral acorde a su perfil, ya que las empresas destinan estas plazas laborales a las personas más especializadas en distintas áreas siendo más jóvenes.

Guadalupe García Anaya, adulta de 65 años de edad que se dedica al comercio, reconoció que no cuenta con posibilidades reales de acceder a un puesto, que está destinado sólo a personas con una edad menor, y por ello aún debe buscar vender sus productos diariamente para ganar el sustento.

“No es justo que nosotros no tengamos dónde trabajar, ahorita que nadie ve por nosotros, tenemos que buscar la manera”, relató la comerciante, quien admitió que tiene dos hijos mayores de 30 años de edad, pero ninguno es capaz de mantenerla económicamente y por ello debe buscar distintas alternativas de desarrollo económico.

“Yo fui a buscar un trabajo, pero por mi edad no me quieren dar nada, piensan que me voy a morir, y la verdad todavía estoy fuerte para tener un trabajo”, narró la madre de familia, que lamentó la falta de apertura de las empresas para brindarles mejores condiciones de vida a las personas de la tercera edad.

También comentó que otras vecinas de edad similar han padecido situaciones similares, y tampoco cuentan con acceso a la seguridad social, pues muchos trabajan en la informalidad y no se incorporan a un régimen formal que les brinde el respaldo de alguna institución como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

A su vez, Angélica Soto Molina, vendedora ambulante de 69 años, también admitió que ha padecido el edadismo, que le ha impedido tener mejores condiciones laborales y económicas, por lo que incluso solicitó un apoyo económico, pero el mismo es insuficiente para satisfacer sus necesidades económicas básicas.

“Nosotras también necesitamos mejores oportunidades, la sociedad nos trata como si fuéramos inservibles, pero gracias a Dios todavía tenemos salud y nos discriminan, por eso tenemos que vivir al día”, comentó la madre de tres hijos, quien aún trabaja para mantener a su hijo menor y pagar la renta de donde habita, y cuya pensión del Bienestar que le otorga el gobierno federal no le alcanza para sus necesidades.

Como estos casos, en Hidalgo cerca de 345 mil adultos mayores se encuentran en una condición de vulnerabilidad relacionada con condiciones socioeconómicas bajas, por lo que hay más personas de la tercera edad en situación de pobreza que jóvenes en esa situación, de acuerdo con datos del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Además, el edadismo ha sido una limitante entre las principales ofertas laborales existentes en el país, debido a que la mayoría de las plazas están dirigidas a personas de entre 18 y 45 años, por lo cual el resto de la población tiene mayores dificultades para acceder a un puesto laboral remunerado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio