El Polémico Libro de Alfredo Rivera.
Por Carlos Camacho
Alfredo Rivera Flores, Miguel Angel Serna y Alberto Witvrun, recordaron en una charla informal las consecuencias que derivaron de la aparición del libro “La Sosa Nostra Porrismo y Gobierno, Coludidos en Hidalgo”, como el litigio “más largo de la historia en América Latina” iniciado por el aludido en el texto, Gerardo Sosa Castelán, quien entonces demandó por daño moral a los autores, entre ellos al extinto periodista, Miguel Angel Granados Chapa.
Fue exactamente el 18 de mayo, a las 11 de la mañana, cuando se vendió el primero de cuatro mil ejemplares y que dieron pie al pleito iniciado por los despachos de abogados de que dispuso el ex rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Gerardo Sosa Castelán, quien por más de cuatro décadas ha detentado el control administrativo, financiero y político de la máxima casa de estudios.
Reunidos en la sala “Abundio Martínez”, del Centro de Artes en Pachuca, con una nutrida concurrencia, tanto Rivera Flores como Serna y Witvrun, contaron anécdotas y algunas vivencias personales relacionadas con el Grupo Universidad.
Miguel Angel Serna, señaló que aunque “nos nieguen, somos universitarios, aunque se nos niegue, tenemos el derecho a serlo”. Serna es autor de uno de los textos relacionados con el litigio que vivió Alfredo Rivera y coautores, titulado “Yo también soy culpable”, en referencia a la culpabilidad que le endilgaron los jueces a Alfredo Rivera.
“En nuestro país con frecuencia la justicia es tan absurda que en lugar de enojo, a veces nos causa risa” y como dijera (Milan) Kundera: La memoria es la lucha del hombre contra el poder y el olvido”.
Y justo, el libro La Sosa Nostra, reúne esas condiciones, pues es una compilación-denuncia de hechos ocurridos en la década de los 70, realizados por los integrantes de la Federación de Estudiantes Universitarios de Hidalgo (FEUH), cuyo poder era tanto que trascendía las paredes de la UAEH (entonces sin la E), hasta tener bajo yugo diputaciones locales, presidencias municipales, el sindicato de trabajadores del Estado y la pretensión de hacerse con el poder ejecutivo de Hidalgo.
Alberto Wivrun, rememoró lo que a lo largo de 40 años ha contado a través de sus espacios periodísticas, señalando los abusos y actos de corrupción del grupo, al que ahora re bautizó como “Clan Sosa”, que se ha hecho del Partido del Trabajo (PT), para continuar en la búsqueda de espacios de poder político, con uno de los hermanos, Damián, como candidato a senador de la República.
Alfredo Rivera, que está impedido legalmente a hablar del libro en sí, contó lo que derivó con la publicación de su texto: un largo litigio de 16 años y medio, con una sentencia final en su contra, que incluía la publicación de un edicto y el pago de una multa por 700 mil pesos, cuando inicialmente los abogados de Sosa Castelán, que demandaron a los autores por daño moral, pedían una indemnización por 16.5 millones de pesos.
No obstante, para Alfredo Rivera, la aparición del libro tuvo un “costo menor con el beneficio que éste ejerció en el estado de Hidalgo”.
Rivera Flores recordó y agradeció el apoyo que recibió a lo largo de este pleito legal, que se convirtió en el litigio más largo de la historia jurídica en América Latina y se volvió tema de estudio de los especialistas.
En su lucha, contó con el incondicional apoyo de la abogada Perla Gómez Gallardo y la solidaridad de periodistas como Carmen Aristegui o el ex tinto Carlos Monsiváis, “sin dejar de lado el incondicional apoyo de los periodistas de Hidalgo”.
Al final, y como no podía hablar del libro, se congratuló de tener la suerte de no estar encerrado entre cuatro paredes, con grilletes y en cambio poder recorrer las calles de “mi amada Pachuca”.