Por Gustavo Flores
Continuando con la historia y anécdotas del doctor Eliud Morales Gamero, contó que como estudiante de la escuela de medicina en la UAH, de la generación a la cual perteneció, les sonrió la fortuna, ya que anteriormente solo se impartían los primeros cuatro semestres de la carrera y los restantes los tenían que terminar en la ciudad de México (antes Distrito Federal) con grandes maestros de la medicina; El doctor Eliud presume que fueron la primera generación de médicos egresados de la UAH, por lo tanto los pioneros de esta actividad estudiantil profesional concluida en el Estado de Hidalgo.
Por otro lado, recordó que durante la estancia en las aulas fue seleccionado como prosector (grado que le dan a un estudiante para auxiliar a un catedrático, cuando este no puede asistir) habiendo sido asignado a las materias de histología y patología, las cuales impartió en el 4° semestre, para esto realizó cursos en el Casco de Santo Tomas del IPN de técnica histológica y microscopía electrónica en la UNAM, al término de los semestres teórico-prácticos, realizó su internado de pregrado en el antiguo Hospital Civil de Pachuca, en el área de urgencias y su primer servicio de guardia en terapia intensiva, teniendo como experiencia inolvidable la presencia de la epidemia de fiebre-tifoidea que atacó a los municipios de Tulancingo y Pachuca con un alto grado de mortandad en el año de 1976.
El doctor Eliud, también recibió y trató a personas lesionadas por quemaduras que llegaron del municipio de Ixmiquilpan, ya que sucedió una gran explosión de pirotecnia y productos de pólvora en la plaza principal de ese lugar; poco tiempo después hubo un choque entre un autobús de pasajeros y un camión que transportaba alcohol sobre la carretera Pachuca-México, la cual solo tenía un carril para cada sentido de la circulación y los heridos llegaban al Hospital Civil donde los doctores aprendían a manejar y controlar situaciones de emergencia, recuerda que en ese tiempo la actividad del médico interno era más libre y con más participación que la que se realiza en tiempos actuales, (ahora los procedimientos están bajo estrictas normas).
Recuerda que realizó su servicio social en el centro de salud de la comunidad El Rosario, municipio de Francisco I Madero, en dicho lugar se presentaba la dificultad para el ejercicio médico, ya que en dicha población y alrededores, la gente se agrupaba en distintas religiones como la católica, metodista, testigos de jehová, bautistas, pentecostés y cienciólogos, por lo que el doctor Eliud se dio a la tarea de visitarlos en sus centros ceremoniales, convenciendo a los más reticentes para utilizar medicamentos y sanar sus cuerpos de las enfermedades, objetivo que logró, creciendo el nivel de asistentes al centro de salud, con el asombro de la enfermera Regina, también asignada a dicho centro de que la gente empezó a ir a consultas médicas y a las campañas de vacunación.
Mas aun el doctor Eliud con los jóvenes de la comunidad rural se vio en la necesidad de practicar e impulsar el deporte como el ciclismo y el basquetbol, logrando competir en campeonatos organizados entre comunidades cercanas al municipio.
Así mismo en la comunidad existía un grupo musical denominado “Naranja de Cristal “con quienes en algunas ocasiones tocó guitarra y teclados, y además se seleccionó una voz femenina de aproximadamente 25 propuestas, trabajo social que realizaba al parejo con la atención a la salud.
En la cabecera municipal impartió el curso de primeros auxilios en un salón que se encontraba frente a la presidencia municipal y bajo las canchas de basquetbol, los diplomas de conclusión de dicho curso fueron firmados por el ingeniero René Zavala, (en ese entonces presidente municipal), el profesor Casto Hernández y el mismo doctor Eliud, como catedrático. Por su actividad de integración comunitaria, la gente y en especial el comisariado le ofrecieron que se quedara a trabajar en la comunidad y a cambio le regalaban una parcela ejidal de 3 hectáreas para sembrar alfalfa, pero como su intención era hacer la especialidad en patología declinó dicha propuesta.
Al poco tiempo de regresar de nuevo con su familia, al doctor Eliud se le murió su papá de quien comentó que recibió tantas enseñanzas de vida como: Tocar varios instrumentos musicales, hacer instalaciones eléctricas en domicilios, instalaciones de fontanería con tubos galvanizados, cobre y PVC, aprendió también la carpintería y la soldadura eléctrica, además de serigrafia con papel ulano y técnica de flo-craft (aplicación de filamentos de terciopelo que se adhería al pegamento, dando textura al trabajo), habiendo tenido también a su papá como ejemplo de gestor, ya que en su haber junto con otras personas gestionaron el inicio de la Escuela Secundaria Federal del pueblo, ejemplo que redundó no solo en él, sino también en sus hermanos y hermanas quienes también participaron como gestores y participantes de una escuela preparatoria por cooperación que se instaló en el salón de actos, anexo a la iglesia de Atotonilco.
Después de la muerte de su papá, el doctor Eliud tuvo que trabajar en su profesión para ayudar en la economía de su familia por lo que pospuso la búsqueda de la especialidad en patología, instalando su propio consultorio. Al parejo de dar consultas médicas, formó parte de la directiva de una liga de futbol y siguiendo con sus incansables participaciones, impartió la materia de lectura y redacción en la Academia Contable y Secretarial, denominada “Francisco Noble” y fue catedrático en la escuela preparatoria “Carlos Herrera Ordoñez”, incorporada a la UAEH, institución que fue gestionada por uno de sus hermanos. Tiempo después fue denominado como orientador de la ciudadanía en temas legales, por el procurador en funciones, Jonathan Vega Torres.
Ya encarrerado, fungió como Secretario Psicólogo del Consejo Familiar del Juzgado Distrital y enseguida, nombrado médico legista del Distrito Judicial Local, habiendo realizado cursos en la misma Procuraduría General de Justicia del Estado, en el Instituto Nacional de Ciencias Penales, logrando la certificación en la especialidad de medicina legal y forense, por El Consejo Mexicano de Medicina Legal.
Posteriormente, formó parte del Instituto de Capacitación y Formación de Personal de la PGJEH, a cargo del doctor Francisco Granados González, donde desarrollo labores de coordinación y encargado de practicar exámenes médicos, laboratorio de desempeño físico, examen antropológico y de integridad a los aspirantes a policía judicial. Ya para finalizar y con mucho agrado el doctor Eliud compartió su experiencia, que también impartió el curso de medicina legal a: agentes y secretarios del ministerio público, peritos y policía judicial. Colaborando finalmente en la Secretaria de Seguridad Publica.
Esta historia cautiva por conocer las experiencias de vida y las diferentes prácticas culturales, deportivas y sociales de un gran doctor Hidalguense.