Cómo Envejecer Saludablemente

“La edad madura es aquella en la que todavía se es joven, pero con mucho más esfuerzo”. (Jean-Louis Barrault).

Por Ernesto Palma Frías

Recientes investigaciones han identificado las características de los adultos mayores que alcanzaron esa edad de forma saludable. Todo parte de este principio: las personas que experimentan más emociones positivas y que están más satisfechas con sus vidas, tienen mayores probabilidades de vivir más.

Adicionalmente, los recursos psicológicos (el optimismo, la resiliencia, la autoestima, etc.) no sólo son los ingredientes que nutren el bienestar psicológico, sino que también contribuyen a la salud mental y física. Los adultos mayores saludables presentan recursos psicológicos o características positivas de la personalidad, que les ayudan a afrontar con mayor éxito las situaciones traumáticas, las dificultades y los retos a los que les somete la vejez.

A continuación, se describen algunas condiciones que han permitido a los adultos mayores, tener una mejor calidad de vida:

  • Les caracteriza la sociabilidad. Se sienten queridos por quienes les rodean y han ayudado a los demás, siempre que han podido -a lo largo de su vida-.
  • Han sido personas responsables, competentes, trabajadoras, valoradas, queridas y honestas. Perseveraron para lograr sus objetivos.
  • Han llevado las riendas de sus vidas, mostrando autonomía de criterio y sabiendo encontrar las oportunidades.
  • Se trata de personas curiosas que valoran la cultura, con motivación por aprender. En muchos casos, son lectores infatigables.
  • Muestran agradecimiento y son capaces de disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas.
  • A pesar de las dificultades (infancias difíciles, pérdida de seres queridos, el covid, etc.), han sabido seguir adelante con sus vidas y en algunos casos, redirigirlas. Sobre todo, no se han dañado psicológicamente por la experiencia de la adversidad.
  • Han sabido asumir retos para los que no tenían formación expresa y los han superado con éxito.

En conclusión, los adultos mayores saludables son personas activas y participativas, involucradas con la vida y con una clara voluntad de seguir viviendo. Podemos iniciar este proceso de mejoramiento de nuestra calidad de vida, considerando estas sencillas recomendaciones:

  • Mantenerse físicamente activos.
  • Cuidar las relaciones sociales, expresar amor a los seres queridos y tener una actitud de ayuda.
  • Promover actitudes de compromiso, responsabilidad, honestidad y perseverancia a lo largo de la vida.
  • Plantear objetivos realistas a corto y mediano plazo y empeñarse en alcanzarlos.
  • Tener una visión amplia para encontrar oportunidades, más allá del entorno cercano o la zona de confort.
  • Establecer orden y ciertos hábitos en la vida diaria, para que las exigencias cotidianas no nos agobien.
  • Mantener activa la mente, incluso explorando nuevas áreas de conocimiento y aprendizaje (pintar, escribir, etc.).
  • Ser curioso. Por ejemplo, aprendiendo sobre nuevas culturas, viajando, o leyendo.
  • Practicar la gratitud, siendo consciente de todo lo bueno que hay en la vida.
  • Disfrutar, aprendiendo a identificar y explotar las experiencias positivas diarias.
  • Desarrollar habilidades que nos permitan aceptar eventos negativos y estresantes como parte de la vida. Y, en la medida de lo posible, extraer la esencia positiva de un evento adverso.
  • Intentar resolver problemas que sean progresivamente más difíciles, desafiando la mente.

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