Por Arturo González Alanís
Cipriano Charrez Pedraza dejó al descubierto sus intereses políticos personales y grupales, luego de aceptar su nombramiento como coordinador de Afiliaciones del Partido del Trabajo (PT), en Ixmiquilpan, lo que en realidad encubre su designación como precandidato del mismo instituto partidista, para alcalde de ese municipio de la región Valle del Mezquital.
Dicho nombramiento le fue entregado de manos del comisionado político nacional del PT en Hidalgo, Javier Vázquez Calixto, lo mismo del virtual candidato a senador, también del partido de la estrella, Óscar Damián Sosa Castelán, durante reunión celebrada la semana anterior, con militantes y simpatizantes petistas ixmiquilpenses.
Con esa nueva jugada política, el ex presidente municipal, ex diputado local y ex diputado federal desaforado, prácticamente da por terminada su relación con Morena, para ahora brincarse a las filas del PT, luego de que hace algunos años también ya formó parte de la militancia priísta y luego del PAN.
Entre ese chapulineo de partido en partido, Cipriano Charrez también evidenció su desmemoria política, porque hace un año y tres meses, específicamente el sábado 15 de octubre del 2022, de manera insistente él mismo pregonó que había regresado “a la lucha social, no por cargos públicos…”
Tal aseveración, durante una comida y reunión informativa, celebradas en su vivienda de la comunidad ixmiquilpense Villa de la Paz, luego de que consiguió prisión domiciliaria, tras haber pasado tres años privado de su libertad, como parte de la vinculación a proceso legal que fue sometido, a causa de un accidente automovilístico que protagonizó.
“Yo no estoy en la búsqueda de los espacios políticos, yo he regresado a Ixmiquilpan y al Valle del Mezquital y a la lucha en el estado de Hidalgo, no para la búsqueda de espacios públicos; no me interesa para nada”, pregonó aquel día, descartando que nuevamente quisiera fungir como presidente municipal o diputado local o federal…
Inclusive, aquella promesa, advertencia u ocurrencia fue emitida por Cipriano Charrez ante sus alrededor de 600 invitados, entre estos destacados cuadros de Morena, como el delegado de Gobernación, Luciano Cornejo Barrera; el senador de la República, Navor Rojas Mancera; los diputados locales, Fortunato González Islas y Lisset Marcelino Tovar, entre otros.
Esa ocasión también le acompañaron sus huestes de la organización Movimiento Social Patriótico (MSP), ante quienes insistió que no andaba en campaña para presidente municipal ni para diputado local ni federal o algún otro cargo popular sino que regresó para retomar su lucha social “para atender injusticias y por el bienestar de nuestro pueblo”.
Pero parece que aquellas palabras ya las olvidó Cipriano Charrez y siempre sí se animó en volver a buscar ser representante popular, en este caso presidente municipal de Ixmiquilpan, que sería la segunda ocasión; esto, evidentemente con la pretensión de retomar el control político del también conocido como Corazón del Valle del Mezquital, con apoyo del Grupo Universidad y del PT.
En caso de confirmarse su candidatura por el PT, a su vez provocaría importante desbandada de militantes y simpatizantes de Morena en Ixmiquilpan, que de por sí ya está seriamente dividido en más de 10 tribus, cuyas cabezas -que no líderes-, permanecen en franca lucha por hacerse de la tan ansiada candidatura para la presidencia municipal.
Ante dicho escenario, conocedores de la política local calculan que esa división al interior del morenismo ixmiquilpense “apretaría” los resultados de la elección para renovar el ayuntamiento, a esto sumado el hartazgo ciudadano por el gris desempeño y nulos resultados de la actual administración municipal, lo cual en su conjunto bien podría favorecer al candidato de otro partido, para desbancar a Morena.
