Por Arturo González Alanís
Unos 60 comerciantes de Ixmiquilpan, se inconformaron por una obra de ampliación de banquetas, que apenas comenzó a ser ejecutada, en la ribera del arroyo Pallares, a un lado de la calle Benjamín García, ubicada en la zona centro, dentro del perímetro del barrio de San Antonio.
Locatarios de la plaza Cactus, consideraron como “ilegal o irregular” aquella obra, porque la realiza el delegado de aquel barrio, Alan Moreno Uribe, con aval de la presidenta municipal, Araceli Beltrán Contreras, pero sin los permisos correspondientes, pues se trata de zona federal.
Dijeron saber que, en aquel tramo del arroyo, dicho delegado en contubernio con la alcaldesa pretende construir unas planchas de cemento, para lo cual comenzaron a romper unos 30 metros lineales de banquetas, teniendo como finalidad reubicar en ese espacio a vendedores semifijos, que proliferan en la calle Jesús del Rosal.
En ese contexto, consideraron que agravarían más los problemas para el comercio y el tránsito de la calle Benjamín García y arterias contiguas, porque con la pretendida ampliación de banquetas e instalación de casi 80 puestos semifijos reducirían el paso vehicular y los espacios de estacionamiento.
Inclusive, reprocharon que aquella obra fue comenzada por dichas autoridades “por debajo de la mesa”, pues en ningún momento consideraron la opinión del gremio de comerciantes ni de vecinos de la zona, además de que repentinamente llegó un grupo de trabajadores, que sin mayor explicación comenzó a destruir banquetas.
En esa “ilegal” acción, personal de Obras Públicas del Municipio utilizó varios metros de cinta amarilla para cerrar el paso en la calle referida, tanto a transeúntes como a vehículos, además de hacer llegar camiones con arena y grava, generando a su vez molestia de comerciantes establecidos y avecindados.
También reprobaron la falta de sensibilidad tanto de Alan Moreno como de Araceli Beltrán, porque para la construcción de las planchas de cemento ni siquiera presentaron el respectivo proyecto técnico y menos informaron si ya contaban con permiso de la Conagua, que es la responsable del arroyo.
Indignados, los locatarios de plaza Cactus señalaron que la opacidad de esa obra encubre presuntos beneficios económicos “para las autoridades”, pues dijeron saber que una vez que terminen de construir las planchas muy probablemente cobrarán entre cinco y diez mil pesos a los vendedores semifijos que ahí sean instalados.
Igual señalaron que han acudido varias veces a presidencia municipal, para pedir audiencia y exigir explicaciones sobre aquella obra a Araceli Beltrán, pero curiosamente ha mantenido su negativa a recibirlos, además de que empleados de la alcaldesa les dan largas y no fijan fecha para el encuentro solicitado.
Por esa razón, el grupo de comerciantes de plaza Cactus regresó a la calle Benjamín García, para frenar los trabajos, ante la falta de transparencia por parte de autoridades locales; los quejosos advirtieron que montarían guardias, para no permitir el seguimiento de la construcción de las planchas de cemento, hasta que sea aclarada la situación.
A la par, habitantes también de la zona centro exigieron que el ayuntamiento frene el ambulantaje, no permita más la invasión de banquetas y ya ponga orden al comercio semifijo que prolifera en calles de esa zona ixmiquilpense. Otros de plano recomendaron al delgado y a la alcaldesa que dejen del lado sus intereses económicos y que solucionen el creciente problema del ambulantaje, que agobia en el barrio de San Antonio.