Compromisos de Campaña, Incumplidos
Por Arturo González Alanís
El próximo 4 de septiembre concluirá Araceli Beltrán Contreras su ejercicio como presidenta municipal de Ixmiquilpan, y deja tras de sí una larga lista de compromisos incumplidos, en su momento promesas de campaña, mismas que vociferó para conseguir el voto fácil, cuando fue candidata a ese encargo popular, abanderada por el Partido del Trabajo (PT).
Durante sus actividades proselitistas, allá por mayo del 2021, Araceli Beltrán presumía que convertiría a Ixmiquilpan “en un polo de desarrollo económico donde se genere una diversidad de empleos para que jóvenes, profesionistas, mujeres y jefes de familia no tengan la necesidad de emigrar”.
No obstante, jamás pudo generar las condiciones sociales adecuadas ni tuvo capacidad para gestionar más recursos, dejando en mero estancamiento la infraestructura de servicios básicos y vías de comunicación, por lo cual no pudo atraer tan sólo una nueva empresa y, por lo contrario, no bajaron los índices de emigración.
Entre los sueños guajiros de la entonces candidata, también destacó su compromiso de “detonar la industria de la producción de alimentos derivados del campo”, sobre todo en aquellas comunidades con abundantes árboles frutales, donde prometía a lugareños que los ayudaría a envasar mermeladas, jugos… pero nada de nada.
Por lo contrario, en reciente fecha, productores de manzana de la zona norte ixmiquilpense la tildaron de “mentirosa”, durante una manifestación de protesta, por causa del incumplimiento y nulo apoyo de la administración municipal, que no hizo nada por mejorar la economía y calidad de vida de ese sector social.
En el tema de salud, además de no construir la tan prometida Clínica Municipal de Hemodiálisis, Araceli Beltrán se olvidó de crear el programa de atención permanente con unidades móviles, que según recorrerían comunidades y brindarían servicio gratuito a pobladores, realizando estudios básicos y dotando medicina, lo cual sólo ha sido posible pero de manera esporádica por iniciativa del gobierno estatal.
Lo mismo, aseguró que la creación de la Delegación Centro sería “uno de los primeros beneficios”, para ese importante sector de la cabecera municipal, donde además dio su palabra de que inyectaría importantes recursos, para modernizar vialidades y alumbrado público, para “embellecer y dignificar la imagen urbana”.
Sin embargo, no fue capaz de gestionar ante el INAH la restauración de los portales, la misma sede del Ayuntamiento y la fuente de la Diana Cazadora, además de solapar el desmedido crecimiento del comercio semifijo y ambulante, aparte de que por mero celo político jamás puso a funcionar las Aguas Danzarinas, instaladas en la plaza por el anterior Concejo Interino Municipal.
En el ramo deportivo, presumía que destinaría recursos para rehabilitar y dignificar canchas comunitarias, lo mismo que construir otros espacios de ese tipo, para fomentar la buena salud física y sana convivencia entre la población infantil y juvenil; por lo contrario, ni siquiera tuvo interés en remozar la Unidad Deportiva Municipal, cuyo auditorio resultó seriamente dañado e inutilizable, luego de la inundación de septiembre del 2021, tras el desbordamiento del río Tula.
En el rubro de turismo, pregonaba que contribuiría en el fortalecimiento de la infraestructura de vías de comunicación y con la difusión de los distintos desarrollos turísticos ixmiquilpenses, para facilitar el arribo de paseantes, pero el caso es que los mismos asociados de parques acuáticos y balnearios han sido quienes destinan recursos económicos y humanos para mantener limpias y en óptimas condiciones las carreteras.
Igual aseguraba la alcaldesa que apoyaría con recursos a los desarrollos turísticos sociales o comunitarios, para hacer crecer su infraestructura y abrir más posibilidades de empleo, pero también se olvidó de cumplir, aunque en la mayoría de los casos no fue necesaria su ayuda, porque los parques acuáticos, balnearios y centros ecoturísticos ixmiquilpenses se mantienen, crecen y gracias a los excursionistas o paseantes.
De la seguridad pública, en distintos barrios y colonias anunciaba que “impondría nuevos esquemas”, para abatir delitos recurrentes y de alto impacto pero más allá destacó por ineptitud y omisión, pues dejará un municipio sumido en la inseguridad, intranquilidad y sin paz social, derivadas de casi 70 ejecuciones de personas, alto índice de robos de todo tipo y seguidas movilizaciones de protesta, provocadas precisamente por incumplimientos de la administración local.