Por Catalina Martínez Duarte
Atraer al médico interno usando la propia energía canalizada por manos expertas, produce sanación, en sesiones cortas y gratificantes.
Son las bondades de la técnica Reiki descubierta por el monje japonés Mikao Usui en 1922, cuando se encontraba en un retiro espiritual en Kioto; aunque en la región va tomando fuerza, en Tulancingo la aplica Adolfo Gutiérrez Tenorio desde hace más 25 años: “rindo tributo a Lupita Perales que en paz descanse que al llegar de España me la dio a conocer y de ahí seguí el camino del aprendizaje”.
Con vestimenta y calzado blanco, un hablar despacio, vista atenta y rostro sonriente que dan paz; una cabina que invita a la tranquilidad, ambientada con mandalas, pirámides, aceites aromáticos, budas, paredes verdes y blancas; Adolfo inicialmente pide datos personales y dolencias; sorprendentemente de momento uno se oye hablando de tristezas y problemas, así se comienza este fluir dice el terapeuta que trasmite un Don especial.
“Estudie el sistema de armonización natural de Mikao en una estructura en la que se trabajan los planos físicos, mentales-emocionales y el espiritual en un diario caminar de preparación, cuidando cómo están los pensamientos y sentimientos, que finalmente llevan a ejecutar una acción; en los embates de la vida cotidiana podemos estar en planos lineales enfrascados en dimes y diretes, estar juzgando, criticando, envidiosos, codiciosos”.
Entonces se debe llegar a los planos profundos de reflexión, en el día a día, estar bien plantado en la tierra para darle lo mejor a los usuarios, afirma Gutiérrez Tenorio: “el terapeuta Reiki debe tener una frecuencia elevada, una interiorización que nos permita depurarnos para que la energía pueda trasladarse”.
Porque bien, se trata de la energía que fluye en los humanos y todo su alrededor: “cada persona va caminando en esta vida con diferentes cuestiones físicas, dolor de estómago, cabeza, otras que cruzan por fruto de miedos, temores, preocupaciones, amarguras, por un estadio emocional muy álgido que es cuando entra el Reiki”.
En esta terapia se consideran a los chakras centros de energía que son siete; raíz se encuentra ubicado en la base de la columna vertebral, sacral, plexo solar, corazón, garganta, tercer ojo y corona, que equilibrados dan el bienestar a las personas, al permitir que todo el sistema funcione correctamente.
Se bloquean: “Actualmente el hombre se cree autónomo, no hay conexión con lo divino, cuando se pierde ese estadio espiritual, se cruza por diferentes aspectos internos que los ponen mal; el reiki es abrir de tal manera que la energía que viaja desde la fuente creadora pueda penetrar, traer el médico interno que esta dormido, todos lo tenemos, estamos respirando de forma inconsciente como el latido del corazón que no sabemos a conciencia cuantas veces está bombeando sangre”.
Esta técnica se llega a la conciencia plena del cuerpo y la mente: “desde la respiración que este en un plano en el que tu permitas sentir cómo entra el aire, la oxigenación; es para todos sin edad, es la cultura de la gratitud y de la compasión por nuestros semejantes, respetándonos unos a otros”.
Es un tratamiento de medicina integrativa: “no nada más somos físico, también somos mente, emociones, espíritu y todo converge en el plano energético, para lograr la buena salud, el bien sanar; otra cosa es curar porque tomamos medicamento si duele la cabeza, pero no vamos a la causa que puede ser una emoción que este guardada, reprimida que hasta que no se libere y comprenda, se puede elevar el campo vibratorio, nivel de conciencia, así es como sanamos”.
Adolfo Gutiérrez dijo que actualmente estamos en movimientos muy acelerados en todo sentido, que el estrés ya cambio al diaestres, desarmonizados, por lo que tenemos que aprender hasta dónde tenemos capacidad de comprender, que no nos lleve a una enfermedad; que las nuevas generaciones que están creciendo por el léxico a base de canciones perjudiciales, siendo necesario entrar a un práctica de reflexión profunda que nos permitan estar en paz, vivir bien y permanecer sanos.
