Por Arturo González Alanís
Fieles a sus tradiciones y costumbres religiosas, habitantes del municipio de Ixmiquilpan conmemoraron el 253 Aniversario de la llegada del Señor de Jalpan a esta localidad, escenificando el Encendido de Luminarias, en la noche del lunes 14, y presenciando la colocación de una banda tricolor al mismo Cristo, en la mañana del martes 15.
Considerado como el Santo Patrono de los ixmiquilpenses, dicha imagen religiosa fue traída a tierras del Valle del Mezquital en el año de 1770, procedente de la Hacienda de Xalpan, ubicada en Huehuetoca, Estado de México, cobrando mayor importancia entre lugareños, tras un pasaje histórico de la época de La Revolución Mexicana.
Tal como marcan las tradiciones, durante la tarde del día 14, mayordomos de diferentes pueblos ixmiquilpenses realizaron una procesión, desde la iglesia del barrio de El Carmen, llevando la imagen del Señor de Jalpan, pasando por Plaza Juárez de la ciudad, para finalmente llegar al ex convento de San Miguel Arcángel, ubicado en la zona centro.
La mañana previa, a lo largo de la barda de aquel templo, las mayordomías de un total de 56 comunidades y barrios colocan ollas de barro, adornadas con flores y rellenadas con leña, y en las que a su vez escriben el nombre de cada pueblo participante, para preparar el tradicional encendido de las luminarias.
Algunos lugareños dicen creer que las luminarias simbolizan las antorchas que llevaron consigo sus ancestros, en su gran mayoría indígenas de la etnia Hñahñu, para iluminar el camino por donde se hizo llegar la imagen del Señor de Jalpan, que quizás continúa siendo el principal símbolo religioso de la colectividad ixmiquilpense.
En las mismas conmemoraciones, como antes se refirió, en la mañana del martes 15, fue colocada una banda tricolor al Señor de Jalpan, rememorando a la par su nombramiento como General de Generales, en tradición realizada desde 1947, por autoridades eclesiásticas y servidores públicos de la presidencia municipal.
Seguidas veces, representantes del mismo tempo han insistido en que aquella banda no es precisamente una Banda Presidencial sino una banda tricolor con la que se le pretende dar ese significado, como parte de las tradiciones católicas y para evocar un pasaje histórico revolucionario ocurrido en esta parte del Valle del Mezquital.
En ese sentido, se refiere que en la época de la Revolución Mexicana algunas guerrillas sitiaron a la cabecera de Ixmiquilpan, evidentemente para saquearla, ante lo cual un general del Ejército, de apellido Heredia, prometió al Señor de Jalpan que si intercedía con su divinidad, para impedir que flaqueara su tropa, lo condecoraría como General de Generales.
Tras esa petición, sobrevino el milagro durante la batalla: Los invasores observaron desde la cima del cerro de El Cortijo a una defensa militar firme e infranqueable, así que las huestes invasoras desistieron de tomar la ciudad y huyeron rumbo al Bajío. Posteriormente cumplió lo prometido el general Heredia, en una celebración religiosa en Ixmiquilpan.
Se asegura que Heredia bajó de su caballo y entregó su banda tricolor al Señor de Jalpan, colocándosela en el pecho, surgiendo así la tradición de simbolizar ese pasaje de la Revolución Mexicana, cada 15 de agosto, en ceremonia cívico-religiosa, retomada desde 1947, en la iglesia de San Miguel Arcángel.
Así, el martes 15, la banda tricolor fue colocada nuevamente al Señor de Jalpan, General de Generales, en acto encabezado por el Obispo de Tula, Monseñor Juan Pedro Juárez, acompañado de la alcaldesa Araceli Beltrán; ex profeso, subieron al nicho principal del templo, en la parte posterior del altar, mientras se escuchaba el Himno Nacional Mexicano, a su vez entonado por cientos de asistentes.