En Hidalgo el Consumo de Coca y Cristal Está por Encima de la Media Nacional

Por Miriam Camacho

El consumo real de sustancias prohibidas entre la población es un dato incierto pues regularmente las cifras las aportan los Centro de Integración Juvenil o el sector salud con relación a los casos de nuevo ingreso que atienden; sin embargo, recientemente, el director general del Instituto Hidalguense de la Juventud (IHJ), Luis Ricardo Olvera Molina, alertó sobre el consumo de anfetaminas en cristal, donde Hidalgo ocupa el primer lugar a nivel nacional.

No solo eso, sino que el uso de esta droga empieza a edad temprana, aproximadamente a los 12 años, pues es la población entre 12 y 18 años la que más consume debido a sus bajos costos y su fácil acceso.

La mayoría de las personas que llegan al consumo de “cristal” empiezan con el alcohol, pues “es la primera puerta que se va abriendo y de ahí una invitación a otras sustancias”, recalcó, aunque en el caso de los de menor edad es usualmente mediante terceras personas que niñas, niños y adolescentes acceden a la droga “cristal”, haciéndolas adictas desde muy corta edad.

También reconoció que el consumo es similar en entornos rurales o urbanas, pero generalmente de comunidades alejadas donde más acceso tienen pues en esos puntos se ha disminuido la supervisión, tanto de las familias como de las instituciones educativas y seguridad pública.

En el mismo sentido, se realizó el reporte del sistema de información epidemiológica sobre el consumo de drogas, elaborado por el CIJ sobre los “estados donde el consumo de cannabis, inhalables, cocaína, crack, metanfetaminas, éxtasis, heroína y alucinógenos se ubica por arriba de la media nacional”, esto se contabiliza hasta el segundo semestre del 2023 y se publicó en abril del 2024.

Ahí se encontró que la media nacional en consumo de cannabis es de 79.4% y 10 estados están por encima de esta cifra, siendo Quintana Roo el de mayor incidencia con el 91.5% de consumo, en cuanto a inhalables la media nacional es de 13.7% y la lista la lidera San Luis Potosí con 28.8% de los 9 estados que sobre pasan la media; en el dato sobre crack la media es de 11% y Nuevo León es el que más la sobrepasa con 24% (Hidalgo no está en dichas listas de consumo).

Pero, con relación al listado de clorhidrato de cocaína, donde la media nacional es de 35.4%, Hidalgo esta en primer lugar de la lista de 10 entidades que está por encima de la media con un 48.2%; también sobrepasa la media en el consumo de éxtasis y similares donde la cifra nacional es de 2.8% y la entidad se ubica en el tercer lugar con 5.8%, aunque está a la cabeza Tlaxcala con 6.8%.

En cuanto a metanfetaminas, la media es de 45.8% y hay 10 estados que la superan, aquí Chiapas está arriba con 68.6%; respecto de alucinógenos, la media es de 13.4% e Hidalgo también figura por encima con 22.3%, aunque Tlaxcala con 27% encabeza la lista; entre lo menos consumido está la heroína con una media de 1.3% y aun así hay 10 estados que la sobrepasan, siendo Chihuahua el mayor consumidor con 5.9%.

No obstante los datos de estas encuestas son de quienes ya solicitaron ayuda para combatir la adicción, por lo que la cifra real sigue siendo desconocida, estos números fueron obtenidos por medio de la entrevista inicial del expediente clínico electrónico, que es para personas consumidoras de drogas ilícitas que ingresaron por primera vez a tratamiento al CIJ (9,584 casos).

El Centro de Integración Juvenil aún no advierte sobre el consumo de fentanilo y sus efectos en la sociedad mexicana pues es una droga relativamente nueva pero sí muy dañina y adictiva; la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Consama) de la Secretaría de Salud presentó en abril el informe sobre demanda y oferta de fentanilo en México y destacó que el consumo de esta sustancia implica altos riesgos por su potencial adictivo y de sobredosis, pues es una sustancia 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más que la heroína.

El escrito señala que el fentanilo es un fármaco útil en escenarios clínicos, como anestésico y como analgésico para tratar el dolor intenso, no obstante, se han presentado casos relacionados con el uso ilícito y desafortunadamente, se suele desconocer si la cantidad contenida en una dosis puede ser fatal o no; la identificación del riesgo de sobredosis sucede cuando ya se consumió la sustancia y provoca intoxicación aguda.

Para ampliar el panorama, en Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informaron que de 2013 a 2019 la tasa de mortalidad relacionada con opioides sintéticos aumentó 1040 por ciento, al pasar de 1.0 a 11.4 defunciones por cada 100 mil habitantes.

En México, en 2023 se registraron 430 casos de atención por consumo de fentanilo, mientras que en 2022 fueron 333, los cuales se concentran en estados del norte del país como Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora. Esto muestra que el incremento es a nivel local, no nacional; sin embargo, la principal preocupación gira en torno a su alta letalidad.

Desde el segundo semestre de 2023, en la atención a urgencias se utiliza el código emergente U94 en todo el sistema de salud para hacer un monitoreo preciso con relación a la intoxicación por fentanilo. Mediante este sistema de monitoreo se registraron nueve atenciones hospitalarias de junio de 2023 a enero de 2024, de las cuales tres personas fallecieron.

Las investigaciones y el apoyo interinstitucional para detectar bien el fenómeno continúan y en México hay disponibles 341 Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones, por lo que se invita a la sociedad con alguna adicción a informarse y solicitar atención mediante el número telefónico de la Línea de la Vida 800 911 2000.

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