Por Carlos Camacho
Finalmente los pronósticos se cumplieron: Morena ganó el Estado de México (Edomex) y el PRI, Coahuila, aunque con su victoria el movimiento que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, sumó ya 23 estados en su poder y el PRI apenas mantiene Durango y Coahuila, además de poner en riesgo la posibilidad de consolidar la alianza con el PAN y PRD, de cara a las elecciones del próximo año.
Con esto se acentúa la visión contrastante de quienes consideran que la Cuarta Transformación se consolida y favorece a los que menos tienen, contra las de aquellos que piensan que con López Obrador y su proyecto transformador, el país se hunde cada vez más.
Pero, más peligroso aún es el hecho de que cada vez se diluye más la posibilidad de mantener los equilibrios en el poder y Morena podría caer en el abuso y el autoritarismo sin freno, mientras que la oposición no articula realmente un proyecto que anime a los votantes a frenar el vertiginoso avance de Morena desde que ganó la presidencia de la República en el 2018.
Hoy, precisamente, la dirigencia estatal de Morena, que encabeza Marco Antonio Rico Mercado, celebra el triunfo de Julio Menchaca Salazar, ocurrido hace un año, con el que acabó con nueve décadas de gobiernos de un solo color.
La soberbia y el autoritarismo, son fantasmas que rondan a los triunfadores, pues muchos de quienes hoy gozan de las mieles del poder, tomaron el mismo no con el afán de ayudar a un proyecto de gobierno que siga los lineamientos de la 4T referentes a apoyar a los más desprotegidos, sino de una revancha contra quienes detentaron el poder durante muchos años y cuando los nuevos gobernantes eran oposición, fueron humillados y denostados.
Con los resultados obtenidos ayer, Morena gobierna ya 23 estados, el PAN cinco, Movimiento Ciudadano (MC) dos y PRI dos, lo que habla, al menos en elecciones, que el movimiento iniciado por López Obrador, sigue entusiasmando a la gente, que en gran medida le ha dado la espalda al otrora poderoso Partido Revolucionario Institucional (PRI), que en sus excesos llevó la penitencia a grado de hoy ser rebasado, incluso, por el PAN, que valorará si continúa la alianza o ya no, de cara al 2024.
El próximo año estarán en juego la presidencia de la República, 128 espacios en el Senado de la República, 500 diputaciones federales, nueve gubernaturas, 31 congresos locales, mil 500 ayuntamientos, 16 alcaldías y 24 juntas municipales. En total participarán 35 mil 702 candidatos.
Aquí en Hidalgo, además de votar por presidente de la República, Senadores y diputados federales, también votaremos por diputados locales (18 de mayoría relativa y 12 de representación proporcional), además de que renovaremos los 84 ayuntamientos del estado.
Y desde ahora Morena, dice que van por todo, las senadurías de mayoría (dos), las siete diputaciones federales, los 18 espacios de mayoría y la mayoría de los ayuntamientos, con la capital del estado como la cereza del pastel morenista.
No se ve por dónde o cómo hará la oposición para frenar esa ola que los avasalla desde hace cinco años y parece que continuará por un tiempo más pues, como dijo el gobernador Julio Menchaca Salazar recientemente, hay Morena para rato “y un poco más”.
