También un ex candidato a alcalde.
Por Arturo González Alanís
En un hecho sin precedente, en el próximo Ayuntamiento de Ixmiquilpan desempeñarán el cargo de regidores dos ex alcaldes: Cipriano Charrez Pedraza, que ejerció del 16 de enero del 2012 al 4 de septiembre del 2016, y Enrique Simón Romero, titular del Concejo Interino de la localidad, del 5 de septiembre del 2020 al 20 de julio del 2021.
Ambos políticos, recién participaron fallidamente como candidatos a la presidencia municipal ixmiquilpense; Cipriano Charrez, abanderado por el Partido del Trabajo (PT); Enrique Simón, por la alianza Fuerza y Corazón por Hidalgo, integrada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), -del cual es militante-, Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).
En ese ejercicio, coincidirán con el también ex alcalde José Manuel Zúñiga Guerrero, quien presumiblemente será nombrado como titular de la Secretaría General Municipal, en la próxima administración local, misma que encabezará el presidente municipal electo, surgido del Morena, José Emanuel Hernández Pascual, igualmente conocido como El Chino.
Cabe recordar, José Manuel Zúñiga, uno de los fundadores del Morena, fue el primer presidente municipal de Ixmiquilpan surgido de un partido de izquierda, ejerciendo el poder a partir del 16 de enero del 2016 al 15 de enero del 2019; esto, luego de que a finales del 2015, abanderado por el PRD, logró desbancar del poder hegemónico al PRI.
A partir del siguiente 5 de septiembre, el ex priísta, ex panista y ex morenista Cipriano Charrez integrará en calidad de regidor la bancada edilicia del PT, junto con la síndico Alma Edith Roacho Ramírez, además de las regidoras Liliana Hernández Hernández y Ariana Lizeth Olguín Ramírez. Enrique Simón pertenecerá al bloque de regidores priísta, en mancuerna con Irma Godínez Benítez.
El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) también tendrá representación en el Ayuntamiento ixmiquilpense, en la persona de Eugenio Cruz García, ex candidato a presidente municipal, ex dirigente estatal de la asociación de balnearios y miembro fundador del desarrollo ecoturístico de la comunidad de El Alberto.
Así que de Cipriano Charrez, Enrique Simón y Eugenio Cruz, principalmente, se espera real contrapeso al interior de la Asamblea Municipal, lo mismo que exigencia de cuentas claras y manejo transparente de los recursos públicos, en cada una de las dependencias y organismos descentralizados de la administración pública local.
Y es que los 15 regidores y dos síndicos ixmiquilpenses salientes destacaron por ser cómplices de la opacidad y falta de transparencia de la presidencia municipal, en primera por permitir la realización de la gran mayoría de sesiones de Cabildo a puerta cerrada y sin transmisión en redes sociales.
Igual sobresalieron por su improductividad en sus quehaceres edilicios, porque a lo largo de tres años no fueron capaces más que de aprobar un solo reglamento, según para meter en cintura al comercio semifijo, pero hasta la fecha no ha entrado en vigor, además de “actualizar” de último momento, en tan sólo mes y medio, el Bando de Policía y Buen Gobierno, que es la matriz de toda normativa municipal.
En todo ese periodo, ni un solo regidor o regidora ni los síndicos emitieron su postura en torno a la asignación de obra pública, que presumiblemente fue otorgada bajo conflicto de intereses, y menos pidieron que se aclararan dudas sobre algunos espacios públicos, por mencionar la entrega del Techado I, donde horticultores construyeron locales comerciales, así como la millonaria adquisición del predio que alberga la antigua Plaza de Toros, que contrario a lo anunciado ni fue demolida ni presentaron el proyecto para el cual fue adquirido. Tampoco exigieron rendición pública de cuentas sobre la organización y saldos de las ferias municipales, como la que recién concluyó, entre muchas otras omisiones.
Por tanto, la gran mayoría de habitantes ixmiquilpenses esperan que Cipriano Charrez, Enrique Simón y Eugenio Cruz, principalmente, sean críticos pero constructivos al interior de la Asamblea Municipal, lo mismo que no obedezcan a intereses personales ni grupales, que exijan cuentas claras, que vigilen el correcto destino de los programas y recursos públicos y sobre todo eviten más saqueos a las arcas públicas.