Conmoción en Santiago de Anaya Por Caso Letal de Bullyng Escolar

Exigen “justicia” por víctima infantil.

Por Arturo González Alanís

Vecinos del municipio de Santiago de Anaya, exigen justicia y castigo ejemplar para los responsables de la muerte de un menor de 11 años de edad, aparentemente golpeado por dos de sus compañeros en su escuela.

Autoridades educativas de Hidalgo insisten en que sufrió una caída el menor pero sus propios padres tratan de desmentirlas, al señalar que su hijo fue agredido, por lo cual el caso ya fue atraído por instancias investigadoras del Estado.

El caso letal de bullying escolar se conoció durante la tarde del martes 12, en voz de los propios padres de Adriel, Obed Moreno y Reyna Mejía, mientras esperaban en el exterior del Hospital Regional de Actopan, donde su hijo permanecía internado, luchando por su vida, pero murió esa misma noche.

El diagnóstico no era nada alentador: muerte cerebral, por causa de severo traumatismo craneoencefálico, además de detectarle coágulos en el estómago, una clavícula fracturada y diversas contusiones en el cuerpo, producidas por una fuerte golpiza.

Obed Moreno recordó que su hijo fue agredido desde el pasado jueves 7, en horario de clases, dentro de la escuela primaria Benito Juárez, de la comunidad de El Xitzo, municipio de Santiago de Anaya, donde la familia afectada es originaria y avecindada.

Señaló que como todos los días acudió Adriel a su escuela pero antes del horario de salida fue llevado a su casa, visiblemente lastimado, por el director del plantel, identificado como Rufino “N”, quien sin mayor explicación según aseguraba que el niño “sólo había sufrido una caída”.

Sin embargo, Obed y Reyna observaron que Adriel se quejaba de dolores intensos en hombro y cabeza, así que decidieron llevarlo a un consultorio particular, donde requirieron atención médica más especializada, para realizarle algunos estudios, por lo cual acudieron al nosocomio de Actopan.

Los padres dijeron saber que su hijo fue empujado y luego golpeado por dos de sus compañeros de su escuela pero que previamente “ya lo traían de bajada”, agrediéndolo verbalmente y quitándole su dinero, de lo cual aseguraron que ya tenía conocimiento el director pero que no hacía nada por frenar ese caso de bullying.

Inclusive, acusaron que desde aquel jueves 7 ya no lograron comunicarse con el profesor Rufino, del que también señalaron que sorpresivamente suspendió clases y dejó de asistir a la escuela, “obviamente escondiéndose de la situación, porque seguro que a alguien está encubriendo y porque a nosotros nos mintió”.

Obed y Reyna recibieron la fatídica noticia  durante la  noche del reciente martes 12, por lo cual de la denuncia que habían presentado por lesiones evidentemente sería modificada con acusaciones más delicadas, con las exigencias de “justicia y castigo ejemplar para los responsables” de la agresión y fallecimiento del niño Adriel.

De su lado, autoridades educativas de la entidad emitieron una versión que en definitiva contrastó con las declaraciones vertidas, en distintos medios de comunicación, por los paterfamilias afectados, que no dejaban de insistir en que su hijo fue agredido por dos de sus compañeros.

En ese sentido, la SEPH informó que el menor “sufrió una caída”, además de que el director “mantuvo comunicación directa con la madre del menor, para conocer su estado de salud…”; sin embargo, serán las autoridades ministeriales las encargadas de investigar si Adriel sufrió algún tipo de agresión, así como de aclarar si mintió o no el profeso Rufino.

Adriel fue despedido en el transcurso del jueves 14, con misa en la iglesia del centro de Santiago de Anaya, luego en el panteón del mismo lugar, donde se concentraron por lo menos 400 personas, entre familiares, amigos y vecinos, que se sumaron al llamado de “justicia y aplicación rigurosa de la Ley, para que no quede impune este caso”.

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