Valente Martínez, bueno para la fiesta, malo para cumplir sus compromisos

Por Arturo González Alanís

Presuntos incumplimientos, en materia de obras sociales, lo mismo que su negativa a recibir en audiencia a pobladores, terminaron por provocar una manifestación de protesta y toma de las instalaciones del ayuntamiento, en contra del presidente municipal de Chilcuautla, Valente Martínez Mayor.

La movilización fue realizada por medio centenar de habitantes de la comunidad de Santa Ana Batha, el reciente martes 20, cansados de recibir tanta promesa de parte del alcalde, ex militante perredista, actualmente convertido en fiel seguidor del Morena (Movimiento de Regeneración Nacional).

Lo que más indignó a los vecinos de dicho poblado, fue que Valente Martínez sí tuvo tiempo suficiente, los días previos, para realizar su fiesta de cumpleaños, donde inclusive se aseguró que empleados de la alcaldía fueron obligados a servir comida y bebidas a los cientos de invitados, además de cooperar de sus salarios para el convite.

Pero, por lo contrario, el alcalde no tenía hasta entonces la sensibilidad de programar, en su tan ocupada agenda de trabajo, una audiencia con una comisión vecinal de Santa Ana Batha y el delegado, Juan Carlos Cruz Martín, a quienes urgía el comienzo de algunas obras y acciones, ya comprometidas por el edil.

A modo de presión, los manifestantes no sólo se plantaron afuera del ayuntamiento sino que también tomaron las instalaciones, impidiendo la entrada y salida de servidores públicos de las diferentes dependencias; esto, sin que interviniera un solo elemento de la policía local, quizás para evitar provocaciones y una probable confrontación.

La lista de peticiones era larga pero más urgía a los manifestantes obtener respuesta positiva a un proyecto, para la ampliación de una red eléctrica de una de las manzanas del poblado, así como apoyo económico, para la organización de la feria patronal de la misma comunidad, que será celebrada a finales de julio próximo.

En medio de la movilización de protesta, algunos de los inconformes tildaron de incongruente a Valente Martínez, porque en sus discursos alardea que “Chilcuautla ya está en la ruta de la transformación” pero en el ejercicio mantiene en completo abandono a varias comunidades, sobre todo en las que tiene opositores políticos.

Tras más de tres horas de presiones, finalmente apareció el alcalde y recibió a una comitiva de los manifestantes, encabezados por el delegado municipal; sin embargo, el encuentro fue celebrado a puerta cerrada, sin que la presidencia municipal hiciera públicos los acuerdos a que llegaron, tras las casi dos horas en que fue desarrollada la mesa de diálogos.

Al siguiente día de aquel encuentro, se supo que otro grupo de vecinos de Santa Ana Bathá se trasladó a la capital hidalguense, para acudir al Congreso del Estado, logrando entrevistarse con algunos diputados locales, a quienes solicitaron apoyo para gestionar la perforación de un pozo para agua potable, porque ya llevan varios años sin ese servicio básico.

Inclusive, habrían asegurado que el proyecto ya fue presentado ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua), resultando positiva la validación, pero no han podido comenzar la perforación, porque presumiblemente el alcalde se ha negado a tocar puertas, para conseguir los recursos necesarios, en dependencias estatales y federales.

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