Por Catalina Martínez Duarte
Suben al escenario, se van transformando de la timidez a la sensualidad, hasta parece que van flotando con sus movimientos, así es como se preparan, todas novatas, pero firmes, alistándose, mentalizadas, para que el próximo 17 de marzo estrenen en Tulancingo la obra de teatro “La Casa de Bernarda Alba”, de Federico García Lorca.
Es un ramillete de féminas. La más joven de 17, la mayor de 60 años que en diciembre pasado atendieron la convocatoria de Poyesis Colectivo Teatral de Tulancingo, para ser parte de una actividad independiente que tiene como propósito que se valoren y logren darle un nuevo sentido a su vida, el creativo.
La invitación es del fundador de Poyesis (del griego significa proceso de creación), Román Valenzuela Gama graduado en 1982 en el Centro Universitario de Teatro bajo la dirección de Ludwik Margules, quien a su retorno a su tierra natal le nació la necesidad de enseñar, hacer una dinámica de iniciación actoral.
Y ahí están ellas, ocupando su tiempo, entusiastas desde que inician los ejercicios de expresión corporal que van prendiendo la energía, música, baile en el que se abrazan y reconocen su cuerpo, demostrándose amor, después dan paso a las actuaciones; primera, segunda, tercera escena, una y otra vez, repitiendo los diálogos, movimientos, mientras el director Román hace los señalamientos: con más fuerza, abran el abanico, la frase es cantadita, hay que sentarse, todas quieren participar, dando ideas, demostrando que están inmersas haciendo teatro, con todo que hasta hace un mes sólo trabajaban, atendían a su familia y su casa, ahora ríen sonoras, divertidas.
Esta será la tercera obra montada, por Valenzuela Gama, hace un año inició, con la “Sí con los ojos” de un autor de Tlaxcala y después fue “Querida espero que te mueras”; en su compañía teatral sólo él es profesional, es decir con estudios y tablas en los escenarios y actuaciones en películas y telenovelas; reconoce que cuando ha convocado a hacer teatro son más las mujeres que responden que los hombres.
“Por eso me interesó hacer una puesta en escena sólo para ellas que el teatro fuera el vehículo o canal para explorar su lado creativo y así darle otro sentido a su vida”; mientras transcurre el ensayo, llegan algunas amigas, hijos y hasta nietos para observar como con valentía se enfrentan a la actuación hasta hace poco inimaginable de hacer en su día a día.
“Con los ejercicios de expresión corporal se logra sacar la energía a fin de poder expresar a nivel de escenario toda clase de emociones y situaciones exacerbadas que en la vida real no es necesario”, explica el director teatral.
Afortunado, se siente, por la diversidad de mujeres que llegaron, jóvenes, recién graduadas de una carrera profesional, amas de casa, trabajadoras, todas con historias diferentes, con quienes tiene que trabajar duro ya que las más pequeñas no pueden expresar emociones complejas porque no las han vivido, sin embargo, las mayores requieren de poco menos de instrucción.
“Me gusta ser el facilitador para que se encuentren como mujeres, con sus mecanismos de expresión que se den cuenta que todos los seres humanos tenemos habilidades, formas de vida que no se han explorado, lo mejor en el teatro, que pongan un sello personal al servicio de una obra de García Lorca”.
La otra parte, es que se comprueba que en Tulancingo se puede hacer teatro independiente, gracias a la alianza estratégica de Poyesis y el Foro Arlequín que ha persistido en una labor que se le reconoce a Lalo Hidalgo: “me abrió las puertas y me cobijé bajo sus alas”.
El 17 de marzo se estrenará “La Casa de Bernarda Alba”, habrá seis funciones, otro dato es que no hay escenografía, sólo seis sillas en el escenario, por ello la puesta en escena puede ser invitada a presentarse en todo tipo de espacios.
#Compromisoconlaverdad