Inolvidable Velada, para Celebrar 25 Años de la Notaría Pública Número 3

Gerardo Martínez, “un Hombre de Buena fe”. (Fotos: Miriam Camacho)

Por Carlos Camacho

El ambiente, inmejorable. Construido por cada uno de los felices invitados quienes con su sonrisa, su aplauso y su gozo, reconocían la labor de un incasable abogado que den su larga trayectoria ha sufrido sinsabores, pero también ha disfrutado de las mieles del triunfo, esta vez reflejado en la celebración del 25 aniversario de la Notaría Pública Número 3, de Pachuca.

Como fondo musical, la versión en español del tema que inmortalizó “mister blue eyes”, Frank Sinatra y cuya versión al español interpretó en extinto “charro de Huentitán”, Vicente Fernández.

“My way” o “A mi Manera”, para adornar con sus notas, la remembranza de vida, contada por su propio autor: Gerardo Martínez Martínez, a quien la tarde del jueves, acompañaron familiares, clientes, amigos y colaboradores, que llenaron el eleganate salón “Sensetto”, para acompañar al padre, el hermano, el abuelo, el jefe, pero sobre todo, al “gran ser humano”, como lo definieron sus allegados y conocidos.

Luego de escuchar melodías de moda, se paró en el escenario y acompañado de sus familiares más cercanos, tomó el micrófono, guardó las líneas preparadas la víspera y “a capella” soltó los mejores momentos de su vida, también uno que otro amargo momento en su trayectoria profesional.

De la larga lista de reconocimientos, guardó tres de manera especial:

Uno para el licenciado Jesús Murillo Karam (ex gobernador de Hidalgo), quien firmó la patente de su prestigiosa notaría; otro más para “mi amigo”, Gerardo Sosa Castelán, gracias a quien logró ser director del Instituto de Ciencias Sociales (ICSO) de la entonces Universidad Autónoma de Hidalgo (a la que hoy se le ha agregado la E, del Estado).

Un tercero, pero no menos elocuente para Don Jorge Conde, “mi padre adoptivo”, con quien ha caminado un largo trecho de su vida y le ha aprendido experiencias, de esas que no se abrevan en las escuelas, sino en la “universidad de la vida”.

Sus familiares más cercanos, no solo tuvieron palabras de cariño, sino que las plasmaron en tinta indeleble, mediante un pergamino, perfectamente enmarcado, con las palabras que lo retratan como el hombre que se define en tres palabras: “Dedicación, honradez y verdad”, que le han valido ser “el notario más confiable” del estado de Hidalgo.

Ya de salida, en su discurso, resumió:

“Soy un costal de pasiones, sentimientos, pero, sobre todo, soy un hombre de buena fé”.

Luego vinieron los brindis, la música, la charla amena y la velada se prolongó hasta altas horas de la noche, con el mejor reconocimiento, como sus hijos dijeron: al notario, al padre, al amigo, al consejero, al rectificador, pero, especialmente, al ser humano lleno de cariño y de mucha entrega”.

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