Por Ignacio García
Los artesanos hidalguenses que elaboran diferentes productos tradicionales como tenangos de la zona otomí tepehua, no cuentan con apoyo gubernamental o legal para protegerse ante cualquier nuevo intento de plagio que se presente por parte de las grandes empresas transnacionales.
Esteban Luna García, fundador del colectivo independiente “Artesanos Hidalguenses por su Cultura”, relató que los artesanos están desprotegidos ante el uso de sus creaciones artesanales que forman parte de la cultura local y que las empresas transnacionales han intentado plagiar.
El activista explicó que desde hace varios años han intentado generar una figura legal que permita garantizar una adecuada protección de los productos artesanales locales en la entidad, pero hasta el momento los resultados han sido moderados, pues si bien obtuvieron una victoria en el caso de la muñeca “Nxutsi” que intentó ser patentada por particulares, aún existen diferentes mecanismos que no han sido atendidos.
El defensor de los derechos culturales de los artesanos comentó que durante los últimos años han cobrado mayor relevancia visual y simbólica los productos artesanales locales, por lo cual distintas empresas han plagiado los colores, formas o incluso signos especiales que componen a las piezas que elaboran los creadores culturales de las zonas rurales de la entidad y que venden a sobrecostos, mientras que la mayoría de las personas perciben ingresos económicos menores.
Por ello, enfatizó que se necesitan mecanismos especiales para favorecer el consumo en las empresas transnacionales y con ello incentivar el consumo de los productos locales que elaboran a mano y que incluso son infravalorados por los turistas que piden disminuir los precios de aquellos que ofrecen.
De la misma manera, consideró que se necesitan acciones específicas por parte de las autoridades tanto estatales como federales para proteger el patrimonio cultural e intelectual de los artesanos de la entidad, pues de lo contrario seguirán presentándose intentos de plagios con condiciones desiguales para los creadores culturales.
Sobre esto, Alejandra Campos Flores, artesana del municipio de Tenango que se dedica a la elaboración de tenangos desde hace casi 30 años, narró que se trata de una tradición familiar que heredó de su madre, quien a su vez lo hizo de su abuela y así generacionalmente; se trata de una técnica ancestral que ha sido poco reconocida.
“Entre nosotras nos enseñamos a tejer desde que éramos chiquitas, nos enseñaban para que siguiéramos con la tradición, y así lo estamos haciendo con nuestras hijas y nietas”, contó la artesana de 69 años de edad, quien con la mirada cansada y las manos desgastadas dedica entre seis y ocho horas diarias a tejer, tanto tenangos como otros tipos de bordados especiales que vende en el mercado, junto con algunas otras amistades que crecieron compartiendo esa tradición.
“No nos ponemos a pensar mucho de lo que pasa allá afuera, luego vienen y nos dicen que usaron nuestros tenangos, pero no sabemos qué hacer, y cuando preguntamos en la presidencia (municipal) tampoco nos dicen mucho, entonces decidimos quedarnos así”, comentó con resignación la bordadora que lamenta la falta de interés de las autoridades municipales y estatales para atender el problema de plagio.
Pero doña “Ale” como la conocen sus vecinos y clientes sigue con la intención de continuar con la tradición con las nuevas generaciones, aunque reconoció que cada vez es más complicado seguir con la misma, pues ahora las jóvenes están más interesadas en otras actividades y afirmó que también bordan los varones, pero es una tradición familiar replicar este tipo de diseños.
Cada una de las piezas que venden las elabora personalmente, por lo que puede tardar entre dos y tres días para concluir con los detalles y una prenda con tenangos puede ofrecerla entre 200 y 300 pesos, pero de estos precios sus ganancias son cercanas al 50 por ciento, debido a que sólo considera los materiales que necesita para su elaboración, pero no la propia mano de obra que ella misma imprime para darle un valor añadido a su mercancía.
Ante esta situación, la titular de la Secretaría de Cultura estatal, Tania Meza Escorza, aseveró que en la actual administración estatal trabajan para proteger a los artesanos hidalguenses y que puedan visibilizar y promocionar sus piezas culturales, por lo cual necesitan del apoyo de todos los niveles de gobierno para atender esta situación.
La funcionaria estatal afirmó que dan acompañamiento permanente a las artesanas hidalguenses para que puedan protegerse de la mejor manera ante cualquier intento de plagio, pues se trata de un aspecto central que no sólo es la elaboración de los creadores culturales, sino también representa a la propia cultura de la entidad y del país.
Durante 2018 y 2019 distintas empresas internacionales aprovecharon el rescate de los tenangos hidalguenses para ofrecer prendas con las figuras tradicionales de colores de la región otomí tepehua con costos que alcanzaban hasta los cinco mil pesos cada pieza, lo que a su vez generó indignación tanto de la comunidad artesanal como de la ciudadanía en general que demandaron que se les diera el reconocimiento económico y cultural a los creadores locales.
Apenas el pasado 26 de mayo artesanos hidalguenses se pronunciaron en contra de la patente de la muñeca Nxutxi, debido a que aseguraron que se pretendía lucrar con los productos artesanales y que se aprovechaban de los principales productos culturales de la entidad.
