Por Arturo González Alanís
La reelección de José Alan Moreno Uribe, como delegado municipal en el barrio de San Antonio, municipio de Ixmiquilpan, provocó división entre los casi dos mil habitantes, muchos de ellos inconformes por lo que consideraron una “imposición” de la ex alcaldesa Araceli Beltrán Contreras, hoy candidata a diputada federal de Morena.
El problema cobra mayor relevancia porque dicho barrio quizá representa la zona más importante de movilidad económica del municipio, merced a la diversidad de actividades comerciales y prestación de servicios que ahí se ofertan; aparte de los balnearios, parques acuáticos y centros ecoturísticos ixmiquilpenses.
El barrio referido alberga al mercado municipal “José María Morelos”, con 509 locatarios; el tradicional tianguis de los lunes, con cerca de mil 200 comerciantes, así como una área para productores de hortalizas, a lo que se suma la proliferación de vendedores semifijos, a lo largo de media docena de sus calles principales.
Precisamente, la vasta presencia de comercio semifijo presumiblemente representa un jugoso negocio para las autoridades delegacionales de San Antonio, pues no pocos vecinos acusaron públicamente que José Alan Moreno “cobra piso y vende lugares en banquetas, a pesar de que son espacios públicos, a comerciantes informales”.
En ese sentido, aseguraron que “amenaza y amedrenta” a todo vendedor ambulante, en el intento de obligarlos a pagar cuotas que alcanzan los cinco mil pesos, para poder dejarlos trabajar en el perímetro de San Antonio o de lo contrario, según advierte, que le va a quitar su espacio a todo aquel que se niegue a pagar.
Inclusive señalaron que el “pseudo delegado” se ha atrevido en llevar grupos de choque y a supuestos horticultores, para amenazar e intimidar a vendedores semifijos y ambulantes, dándose los casos en que han levantado y llevado mercancías, como medida de presión para que paguen la “cuota” de cinco mil pesos.
Recordaron los quejosos que los horticultores se apropiaron de una parte del estacionamiento del Mercado Morelos, donde recién construyeron unos locales, con presunta aprobación y apoyo económico de Araceli Beltrán, a fin de sacar provecho grupal, mediante rentas, no obstante que se trata de un espacio público, ante lo cual ha guardado silencio Moreno Uribe.
Por esa razón, vecinos de San Antonio pidieron pronta intervención de integrantes de la Asamblea Municipal, “porque ya basta que gente vividora siga robando y extorsionando a nuestros comerciantes”, así como también pidieron que los horticultores regresen la fracción del estacionamiento del Mercado Morelos, además de que rindan cuentas de la renta de los locales.
De Alan Moreno exigieron que ya no usurpe el cargo de delegado municipal o autoridad auxiliar, que “deje de robar y ya no cobre derecho de piso a los vendedores semifijos ni a los ambulantes”, y “que ya no venda espacios en banquetas, porque no eres ninguna autoridad”.
A principios del presente año, afloró malestar entre locatarios de la plaza Cactus, ubicada en el multicitado barrio, debido a una obra para ampliación de banquetas, en la ribera del arroyo Pallares, a un costado de la calle Benjamín García, y cuyos trabajos consideraron como ilegales, por tratarse de una zona federal.
De esas obras responsabilizaron a Alan Moreno Uribe, acusando complicidad de la entonces alcaldesa Araceli Beltrán, pero el asunto no pasó a mayores por aquellos días sino hasta la semana pasada, porque ahí fue reubicada más de una decena de vendedores semifijos, previamente desalojados de la calle Jesús del Rosal, donde amenazan con volver en cualquier momento por lo que se teme un enfrentamiento con el pseudo delegado y sus secuaces.
