Por Arturo González Alanís
Incumplimientos en materia de obra pública, por parte de la administración municipal de San Salvador, encabezada por el alcalde Armando Azpeitia Díaz, desataron el enojo de autoridades delegacionales y habitantes de cinco comunidades, amenazando con tomar el edificio del ayuntamiento, a mediados de la semana anterior.
La nula respuesta y carencia de recursos, para la pavimentación de importante vía de comunicación, fue la principal razón del malestar ciudadano, en las comunidades de Bominthza Centro, Francisco Villa, Caxuxi, Bominthza El Teni y Cañada Grande, que contaban con acuerdo previo, signado desde octubre del año anterior.
Por esa situación, delegados municipales y algunos pobladores, de dichas comunidades, resolvieron presentarse en la sesión de cabildo, el reciente miércoles 22, al filo del mediodía, con la pretensión de exigir explicaciones al cuerpo edilicio, sobre las causas que hasta entonces frenaban el comienzo de aquella obra pública.
Inclusive, el tema fue considerado dentro de los 12 puntos del orden del día, correspondiendo a la cuadragésima segunda sesión extraordinaria del ayuntamiento y donde contaron con la presencia de regidores de las diferentes bancadas partidistas, lo mismo del presidente municipal surgido del Morena, Armando Azpeitia Díaz.
Al discutirse el asunto, el presidente municipal informó al grupo de inconformes que la obra en cuestión no podría ser ejecutada, porque no le habían asignado los recursos correspondientes, esto, como consecuencia de que fue rechazado el presupuesto de egresos para el presente ejercicio fiscal 2023.
Armando Azpeitia trató de culpar a los regidores, debido a que algunos no firmaron actas del proyecto presupuestario 2023 y, por tanto, durante el año en vigor tendrían que trabajar con una partida similar a la del 2022, en la que aún no estaba contemplado el proyecto para la pavimentación de esa importante vía.
Las respuestas del alcalde provocaron enojo entre algunos regidores de diferentes fracciones, quienes lamentaron que el propio presidente municipal trate de confundir a la población, al mezclar diferentes temas, en su afán de imponer su voluntad en las decisiones del cabildo y en la administración del municipio.
Lo mismo, increparon los regidores a Armado Azpeitia, por tratar de presionarlos para firmar el proyecto de presupuesto 2023 y aclararon que no lo avalaron al detectar algunas modificaciones hechas a espaldas, pues, mientras en actas primeras establecieron un monto, en la glosa aparecieron otros, lo cual no supo explicar el alcalde.
No obstante, el alcalde quiso exhibir a sus pares ediles, al señalar que “la única modificación” estaba relacionada con el 16 por ciento que ellos mismos pidieron de incremento en sus dietas pero únicamente aumentó un tres por ciento. Ante esto, los regidores exhibieron que la austeridad “no es pareja”, pues los allegados al círculo político de Armando Azpeitia “sí gozan de salarios exorbitantes”.
Luego de las joyas exhibidas entre los integrantes del cabildo, delegados municipales y comitivas de habitantes, de las cinco comunidades referidas, dijeron no importarles los enjuagues de los asambleístas, amenazando con recurrir a las medidas de presión social, en caso de que en breve tiempo no inicien las obras prometidas.