Por Arturo González Alanís
El martes de la semana anterior, consternó entre habitantes del municipio de Ixmiquilpan el fallecimiento de Arturo Chávez González, destacado líder de emigrantes y que se distinguió por defender las causas de trabajadores radicados en los Estados Unidos de Norteamérica, no sólo ixmiquilpenses sino de diferentes puntos del territorio hidalguense.
Aun cuando ya sostenía una batalla frente a padecimientos cardiacos, Arturo Chávez se dedicó a impulsar distintas acciones en favor de dicho sector, destacando la defensa de Derechos Humanos, reunificación de familias y difundiendo en el vecino país del norte tanto tradiciones culturales como costumbres de pueblos originarios hidalguenses.
En esas loables tareas, ocupó la presidencia de la Federación de Migrantes en Houston Texas, así como la dirigencia del Frente Indígena Revolucionario de Migrantes en U.S.A., mediante las que también realizó caravanas, para que trabajadores pudieran regresar de manera segura a sus comunidades de origen, en temporadas de vacaciones.
Por rememorar, entre sus acciones más significativas sobresalió el apoyo brindado en agosto del 2022 a un total de 32 adultos mayores, para que pudieran viajar a Houston, donde lograron reunirse con sus familiares, a quienes no habían visto desde hace muchos años, tras haber dejado sus hogares en busca del famoso sueño americano.
Aquella ocasión, logró Arturo Chávez reunificar a familias de distintos municipios, como Ixmiquilpan, Jacala, Cardonal, Santiago de Anaya, Pacula, Zimapán, Pisaflores, La Misión y Tepeji del Río, así como de Acatlán, Omitlán de Juárez y de Pachuca; ya llevaban hasta 20 años de no verse y sólo podían comunicarse vía telefónica.
No tan aficionado a reflectores públicos, Arturo Chávez dijo esa vez: “Doy gracias a Dios, a todas las personas que nos ayudan y a todo mi equipo de trabajo, por lograr reunir a hermanos migrantes hidalguenses y a sus familiares (…), demostramos una vez más con trabajo, honestidad y respeto nuestro compromiso de ayudar sin lucrar”.
En el plano cultural, participó en la organización de importantes acciones, encaminadas tanto a la promoción como difusión de tradiciones y costumbres de los pueblos originarios hidalguenses, entre habitantes y autoridades consulares norteamericanas, siendo el caso del Tercer Festival Hidalguense Indígena.
Dicho festival tuvo como escenario el Rancho Paraíso, ubicado en Rosharon, perteneciente al Condado de Brazoria, en el estado de Texas, donde convergieron cientos de trabajadores migrantes, originarios de las regiones hidalguenses del Valle del Mezquital, Sierra Gorda, Huasteca y Otomí-Tepehua.
La festividad transcurrió amenizada con música de tríos huastecos o querreques, bandas de viento y grupos de danza folklórica, además de montar una exposición artesanal y muestra gastronómica, donde habitantes estadunidenses conocieron y consumieron pastes, barbacoa, zacahuil, mole, consomé, tamales y ximbó, típicos de la gastronomía originaria de Hidalgo.
Pues, Arturo Chávez partió de este mundo cumpliendo a sus hermanos y compañeros emigrantes, defendiendo los Derechos Humanos del sector, fortaleciendo vínculos familiares y sobre todo integrándolos como comunidad hidalguense en un país ajeno pero sin dejar de lado sus orígenes, tradiciones y costumbres.
El líder emigrante ya descansa en paz dentro del panteón de su comunidad de origen, el barrio de El Oro, donde fue despedido por decenas de familiares, amigos y buenos conocidos; esto, en lamentable suceso donde autoridades de presidencia municipal ni siquiera publicaron una esquela y menos hicieron el menor reconocimiento.
