Por Arturo González Alanís
El reciente martes 2, la presidente municipal de Ixmiquilpan, Araceli Beltrán Contreras, anunció con bombo y platillo la instalación el Concejo Municipal de Coordinación de Seguridad Pública, prometiendo por enésima ocasión “mantener y mejorar la seguridad pública”, en esa misma localidad de la región Valle del Mezquital.
Del lado del secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, Emigdio Carlos Arozqueta Solís, la alcaldesa también se pronunció por reforzar la labor de las instituciones encargadas de velar por la seguridad y la prevención de delitos, “para que la ciudadanía se sienta segura y confiada”.
No obstante, al siguiente día, aquellas buenas intenciones de la munícipe se vinieron abajo, tras saberse que una tripleta de presuntos ladrones permanecía retenida, en la plazuela de la comunidad de San Pedro Capula, donde fueron sorprendidos por lugareños, en el intento de cometer un robo en una vivienda.
En esos momentos, se supo que los delincuentes ya estaban siendo rastreados, desde hace varios días, por los mismos vecinos de San Pedro Capula, debido al creciente número de robos en domicilios particulares, problema que presumiblemente ya habían planteado ante la presidencia municipal pero no lo atendían.
Así que habitantes y delegados de dicho poblado improvisaron puntos de vigilancia, logrando sorprender y retener a los tres supuestos ladrones, que en Usos y Costumbres del pueblo fueron obligados a confesar su modo de operar, revelando que desde hace tiempo cometían fechorías en por lo menos 10 comunidades aledañas.
Inclusive, uno de los presuntos delincuentes, denudo del torso y amarrado de pies a manos, con ojos vendados, fue obligado a exhibir una cartulina amarilla, en la que se podía leer: “Me robé en estas comunidades San Pedro C., Capula, Vázquez Remedios, Mirador, Arenalitos, El Nith, Jahuey C/Vázquez (sic)”.
En medio de tanta presión de lugareños, terminaron los supuestos delincuentes por descubrir que tenían una bodega en la comunidad de El Valante, donde algunos vecinos no dudaron en trasladarse, sumándose habitantes de otros poblados, constatando que había diversos objetos de dudosa procedencia.
En video que hicieron circular por redes sociales, se pudo apreciar que dentro del predio había algunos vehículos automotores, lo mismo sedán que pickup y motocicletas, así como un remolque, implementos agrícolas, herramientas diversas… pues, encontraron hasta unas ventanas de aluminio y enseres domésticos, sólo por referir.
La situación tensó el ambiente social sobre todo en San Pedro Capula, pues estaba latente un linchamiento; no obstante la crisis, no hacían presencia ni policías locales ni funcionarios de la Secretaría Municipal y mucho menos la alcaldesa, que apenas el día anterior también alardeó con “trabajar para garantizar la seguridad, paz y tranquilidad”.
Por tanto tuvieron que entrarle, para mediar en el asunto, funcionarios de la Secretaría de Gobierno del Estado, apoyados por personal de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJEH), logrando mediante diálogos el rescate de los tres supuestos ladrones, que luego se supo fueron puestos a disposición del Ministerio Público (MP).
Finalmente llovieron críticas y reclamos en contra de Araceli Beltrán, por parte de habitantes y delegados de algunas comunidades agraviadas con tanto robo; en suma, exigieron que la alcaldesa ya asuma su responsabilidad y dé resultados palpables en el tema de la seguridad, pues ni ella misma ha justificado porqué la escoltan policías hasta en tres o cuatro patrullas.