Por Arturo González Alanís
Autoridades estatales del ramo turístico calcularon que alrededor de 300 mil paseantes visitaron las 15 opciones de esparcimiento o diversión con que cuenta el municipio de Ixmiquilpan, entre parques acuáticos, balnearios y centros ecoturísticos, durante el reciente periodo vacacional de Semana Santa.
De ese número de visitantes, aventuraron en señalar que generaron una importante derrama económica que habría alcanzado la cifra de 142 millones 560 mil pesos, significando un gasto promedio de 475 pesos por persona, entre entradas a desarrollos turísticos, alimentos, bebidas y gastos por otros servicios complementarios.
Algunos administradores de balnearios ixmiquilpenses sostuvieron que aquella cifra de ingresos fue exagerada pero lo cierto fue que sí hubo recuperación económica, en relación con el periodo de asueto similar de los dos últimos años, en los que azotó la pandemia de la Covid 19 y obligó el cierre de todo tipo de espacios públicos.
Al margen de la crisis sanitaria, el asunto es que la recuperación económica derivó únicamente de los esfuerzos, reorganización y mejora continua en la calidad de los servicios, por parte de los asociados de los diferentes desarrollos turísticos ixmiquilpenses, no por favores de las autoridades del ayuntamiento.
Por mencionar, previo a las vacaciones que recién concluyeron, la administración municipal, encabezada por la alcaldesa Araceli Beltrán Contreras, no ejecutó una sola acción y menos canalizó recursos económicos para apoyar en labores de mantenimiento de alguno de los centros de diversión de aguas termales o de senderismo con que cuenta la localidad.
Lo mismo, a un año y casi nueve meses de encabezar el ayuntamiento, no ha cumplido hasta la fecha con su promesa de campaña, de gestionar recursos y apoyar el crecimiento de la infraestructura de balnearios y centros ecoturísticos de reciente creación, lo cual sí han logrado los mismos asociados a base de verdaderos sacrificios.
Pues, ni siquiera se dignó a ordenar trabajos de limpieza en uno de los accesos principales del municipio, específicamente en el tramo que ocupa la comunidad de El Tephé, sobre la carretera federal México-Laredo, donde el retiro de basura, poda de palmeras y arreglo de camellones ha corrido a cargo, desde hace más de 20 años, del parque de diversiones acuáticas que lleva el nombre de ese mismo poblado.
Inclusive, la víspera de la Semana Santa que recién concluyó, personal de mantenimiento de aquel desarrollo turístico se dio a la tarea de repintar pasos peatonales, guarniciones y topes de dicho tramo carretero, porque la alcaldesa olvidó enviar a trabajadores de Servicios Municipales y menos asignó siquiera alguna patrulla para el respectivo abanderamiento.
A la par, por aquellos días, en medio de comunicación regional, la edil pregonó que algunos balnearios ixmiquilpenses capacitaron a su personal, “para que sea de calidad y nuestros visitantes disfruten cada lugar y en corto tiempo vuelvan a estar con nosotros”, pero esa acción no fue organizada ni impartida por la administración municipal.
Lo mismo, en otro par de páginas informativas locales, Araceli Beltrán no dejó de invitar a paseantes o excursionistas para acudir a parques acuáticos, balnearios y centros ecoturísticos ixmiquilpenses, prácticamente colgándose del trabajo, esfuerzos y logros de aquellos que verdaderamente dan vida a esos desarrollos turísticos, en su mayoría comunitarios y que a su vez permiten llevar sustento a un aproximado de siete mil 500 familias.
Eso sí, la alcaldesa organizó su show denominado Late con el Corazón del Valle, consistente en callejoneadas y una serie de presentaciones artísticas y culturales, teniendo como escenario principal la explanada de la Plaza Juárez de la ciudad, donde sí asistieron turistas pero se presumió que obligaron la presencia de trabajadores del ayuntamiento y familiares.