Abren el Primer Conservatorio Gastronómico en Acaxochitlán

Por Catalina Martínez Duarte

Una oda a la comida lenta, bendecida con rituales y a la de “San Pascualito Bailón, báilame en este fogón. Tú me pones la sazón y yo te bailo un danzón”; fue inaugurado el Primer conservatorio de la Gastronomía Tradicional de Acaxochitlán, ubicado en la comunidad de San Mateo.

Fueron las lunas de siete años, las que tuvieron que pasar para que el proyecto de la promotora rural de Triple F de esa localidad, con aliados reunieran el dinero para hacer posible la construcción que, entre paredes de ladrillo y madera, techo rojo y fogones, permite a turistas degustar y a cocineras tradicionales con sabiduría de sus platillos de origen ancestral, poder aprender, convivir y compartir experiencias.

En la primera experiencia se elaboraron los xochimapales, que luego fueron purificados con copal y se bailó la danza tradicional; mientras en la cocina de humo se preparaba arroz y salsa de cacahuate con pollo, el olor a leña invadía el lugar, fueron llegando los invitados, en su mayoría jóvenes de varios puntos del país y el extranjero llevados por Rutopía que promueve el turismo para esta parte de Hidalgo.

Felicia Tlalacalco y Fulgencio Vargas padre e hijo (Triple F) fueron los protagonistas y contaron con la presencia de Liz Quintanar secretaria de Turismo quien llegó con su letrero de “Hidalgo lo promocionamos todos”.

Hubo corte de listón y palabras de buenaventura para el sitio especial que ofrece una experiencia de ir a cosechar lo que nos da la madre tierra, como los hongos que en ese lugar son muy socorridos, para posteriormente ver en acción a las cocineras de las comunidades de Santa Ana Tzacuala, Los Reyes, Santa Catarina, entre otras, que lo convierten en un delicioso alimento, por lo que el proyecto continuará con la creación de huertos.

Por parte del gobierno anuncio Liz Quintanar, pretenden que ese conservatorio forme parte del catálogo mexicano de la gastronomía y se promueva en el turismo mundial.

Develaron la placa conmemorativa y hubo una madrina que llevó imagen de San Pascual Bailón, un bello cuadro en repujado de metal que también fue bendecido a la usanza de las tierras originarias mexicanas, le colgó un rosario hecho de flores, lo colocaron en un altar, a un lado del fogón, besaron la imagen y le rindieron tributo con pan y chocolate, velas y flores.

Al final, la convivencia y la degustación de la comida ofrecida para tan importante ocasión, de la apertura oficial del recinto de los sabores y saberes, donde además dan clases para aprender a hacer los guisos que datan de la época prehispánica.

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