Pero, qué necesidad

Columna Balcón Político

Por Carlos Camacho

La pregunta es: ¿era necesario hacer todo de noche para aprobar la polémica reforma al Poder Judicial? El de Hidalgo no fue el primer congreso local en avalar lo que días antes se aprobó en la Cámara de Diputados y luego en el Senado de la República y tampoco fue el 17 que se requiere para dar paso a la reforma Constitucional.

Pasada la medianoche, una mayoría de legisladores de Morena y sus aliados del Partido Nueva Alianza de Hidalgo (Panalh) y del Verde Ecologista de México (PVEM), sumaron 24 votos contra seis de la oposición conformada por PRI, PT, MC, PT, PAN y PRD, para avalar la propuesta hecha desde el 5 de febrero por el presidente Andrés Manuel López Obrador, como parte de un paquete de 20 iniciativas.

Apenas por la mañana del jueves, el coordinador de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y presidente de la junta de gobierno de la LXVI legislatura local, Andrés Velázquez Vázquez, comentaba de manera informal que la reforma no se aprobó días antes porque se pretendía que todos los diputados locales leyeran el contenido de la reforma, para poder emitir su voto de manera informada.

Se calculaba que se llamaría a sesión el viernes por la mañana, pero sorpresivamente los diputados fueron convocados para la noche del jueves y poder aprobar el proyecto de ley entrada la madrugada del viernes.

Cuál fue la razón que motivó a los convocantes a sesión para hacer una encerrona de noche, no se sabe aún, pero generan una cascada de especulaciones, entre las que se podría incluir que no querían presencia de la prensa incómoda.

Días antes la secretaría de Asuntos Legislativos y el área de comunicación social, dieron muestra de cómo pretenden tratar a los reporteros que cubren la fuente del Congreso local, quienes fueron desalojados cuando se discutía el reparto de comisiones.

Desafortunadamente esos desatinos afectan la imagen del Poder Legislativo y del propio presidente de la junta de gobierno, Andrés Velázquez, quien se ha esforzado por llevar una relación cordial y de respeto con los representantes de los medios de comunicación. Situación en la que no son consecuentes su secretario de Servicios Legislativos ni el encargado de comunicación social, Jesús López Serrano y Carlos Camiño, respectivamente.

El arranque de la LXVI legislatura local ha tenido desaciertos que ni siquiera han sido provocados por los diputados de los diferentes partidos políticos, sino por la parte burocrática que ha pecado de desconocimiento y soberbia para desempeñar con eficacia las tareas para las que fueron contratados.

Lo bueno es que esto apenas comienza y hay tiempo para enmendar el camino.

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