Viggiano y Mendoza, Beneficiarios Directos
Por Carlos Camacho
Con el apoyo de 3,200 incondicionales, incluidos los hidalguenses Carolina Viggiano Austria y Marco Antonio Mendoza Bustamante, Alejandro Moreno Cárdenas, logró en 90 segundos cambiarle el rumbo al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que vive el peor momento de su casi centenaria historia.
Modificó los estatutos que le permitirán continuar en la dirigencia nacional por dos periodos más de cuatro años cada uno (hasta el 2032), designar a los coordinadores parlamentarios en el Congreso de la Unión y en los Congresos locales, además de disponer durante los próximos ocho años de prerrogativas por alrededor de 12 mil millones de pesos.
Con esta acción, el ex gobernador de Campeche, también acabó con la no reelección de dirigentes de ese partido y de paso anuló el neoliberalismo, ese que durante más de tres décadas fue bandera de lucha del tricolor.
Pero, su actuación generó reacciones de rechazo, incluso desde antes de la 24 asamblea general del pasado 7 de junio, de ex dirigentes nacionales, ex gobernadores y ex funcionarios del gobierno federal en tiempos de Enrique Peña Nieto, como Enrique Ochoa Reza, Aurelio Nuño y el hidalguense, Miguel Ángel Osorio Chong, quien aprovechó la vorágine para plantear la posibilidad de construir un nuevo partido político.
De nada valieron los malos resultados que ha tenido el PRI en los cinco años de presidencia de Alejandro Moreno Cárdenas, a quien Osorio Chong, ha motejado como “Vandalito” Moreno, pues con el control de la estructura formal del partido en el país, hizo nombrar delegados cómodos que avalaron las reformas estatutarias para que “Alito” y Viggiano prolonguen se mandato hasta por ocho años más.
En el contexto nacional, hubo voces como las de Dulce María Sauri, Aurelio Nuño, Francisco Labastida, Manlio Fabio Beltrones, que junto con otros cerca de 250 priistas firmaron un documento, para pedir a Alejandro Moreno su renuncia y que se formara una comisión especial que organizara la asamblea general para elegir a la nueva dirigencia nacional.
Moreno Cárdenas los ignoró y en 90 segundos, de una sesión de tres horas, logró la aprobación de reformas estatutarias que le permitirán seguir como presidente nacional y a la hidalguense Carolina Viggiano como secretaria general, hasta el 2032. Los presidentes de los comités estatales y municipales, también tendrán la posibilidad de continuar en sus cargos hasta el 2032, por lo que se puede anticipar que Marco Antonio Mendoza Bustamante, será presidente del PRI-Hidalgo los siguientes ocho años.
El miércoles pasado, en una sesión vía zoom, se aprobó la convocatoria para la elección de la dirigencia nacional.
Aunque los opositores a Moreno Cárdenas, anticiparon que impugnarán por ilegal la 24 asamblea, en tanto que la consejera del Instituto Nacional (INE), Carla Humprey anticipó que el área administrativa del INE no ha avalado el resultado de la asamblea, por lo que existe aún la posibilidad de que se anule el proceso.
Reacciones en Hidalgo
A través de una carta en redes sociales, un grupo de priistas hidalguenses, que apoyaron las dos campañas de Carolina Viggiano, primero como candidata a gobernadora y luego al senado de la República, también se inconformaron por la actitud de Moreno Cárdenas y pidieron su renuncia. No les hicieron caso.
Entre los firmantes, figuran los ex gobernadores Manuel Angel Núñez Soto y Francisco Olvera Ruiz, además de los ex presidentes estatales del PRI, Aurelio Marín, Jaime Costeira, José Antonio Rojo García y Geraldina García Gordillo. Ella, candidata suplente de Viggiano Austria en las elecciones del pasado 2 de junio.
En medio de este embrollo, Alejandro Enciso, diputado local independiente y parte del denominado Grupo Plural Independiente (GPI), que políticamente lidera el embajador de México en Noruega, Omar Fayad Meneses, sugirió a quienes vayan a renunciar al PRI que se sumen a esta facción política, hoy adherida en el Congreso local al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
En sendas entrevistas, con Adela Micha y Azuzena Uresti, el ex secretario de Gobernación en el tiempo de Enrique Peña Nieto, Miguel Angel Osorio Chong, hoy senador independiente, se lanzó contra Moreno Cárdenas y recordó que tiene cuentas pendientes con la justicia por su presunto enriquecimiento inexplicable como gobernador de Campeche.
Adelantó que con sus acciones Moreno Cárdenas está empujando al tricolor hacia su extinción y aprovechó para plantear la posibilidad de construir con sus amigos en el país un nuevo partido político.
Los números de Alito
Cuando Alejandro Moreno llegó a la presidencia nacional, en agosto del 2019, el PRI gobernaba 12 estados de la República y hoy sólo dos (Coahuila y Durango). Perdió tres bastiones tricolores: Estado de México, Hidalgo y Tamaulipas.
De acuerdo con una encuesta de Mitofsky, el 70 por ciento de los entrevistados afirmó que jamás votaría por el PRI. Ese es el nivel de rechazo social hacia el tricolor.
Con “Alito”, el PRI también perdió membresía. En 2019 ese partido tenía un padrón de militantes de 6 millones 764 mil y para el 2023, la cifra se redujo a un millón 411 mil.
En el 2919 el PRI gobernaba 11 entidades con una población de 42 millones de personas y para el 2024 la cifra bajó a 5 millones.
La fuerza electoral del PRI cayó 65.66 por ciento entre la elección de Peña Nieto, en el 2012 y la del pasado 2 de junio.
Entre el 2018, con José Antonio Meade Kuribreña y la elección de Xóchitl Gálvez, el tricolor perdió el 25 por ciento de las preferencias electorales.
En 2018 el PRI obtuvo el 16.53 por ciento de la votación para diputados federales y este año, el porcentaje cayó al 11.11 por ciento; para el Senado, en 2018 obtuvo el 15.89 por ciento del total de votos y este año apenas el 10.8 por ciento.
Las cifras no dan como para garantizar que con las reformas estatutarias el PRI frene su vertiginosa caída en el ánimo ciudadano y por el contrario, quienes están en contra de Moreno Cárdenas, afirman que su intención es lograr impunidad, dinero y el control de un partido que va rumbo a su muerte.