Por Miriam Camacho
México experimentará este 2024 la sequía más grande de los últimos 80 años, según estudios, por ello, es imperante la coordinación entre los diversos gobiernos para dar solución pronta al desabasto que enfrenta Hidalgo pues “heredamos desafortunadamente una red totalmente inservible”, expuso el Secretario de gobierno, Guillermo Olivares Reyna durante su discurso en el Primer Encuentro Estatal Hídrico.
Este evento tuvo como sede el Tuzofórum de Pachuca y durante dos días (15 y 16 de febrero) fue espacio de intercambio de ideas y propuestas entre representantes de ayuntamientos, academia, expertos y empresas dedicadas a la modernización de los servicios de agua; durante la inauguración se mencionó que este gobierno invirtió en 2023 más de mil millones de pesos, pero aún no es suficiente para garantizar el suministro pues el dinero requerido para tal fin es bastante.
Juan Carlos Chávez González, director de la Comisión Estatal de Agua y Alcantarillado de Hidalgo (CEAAH) recordó que el agua es de la nación y que la pertinencia de enviar agua de ciertos mantos acuíferos ubicados en Hidalgo a otros estados, será decisión de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) pero se pondrá principal empeño en determinar qué harán con 4 de los 23 acuíferos que se encuentran sobre explotados, estos son: el de Cuautitlán-Pachuca, Tulancingo, Tepeji y Tecozautla, aunque la instrucción del gobernador Julio Menchaca es promover un reparto equitativo.
Esta postura se fijó luego del anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador de que sería posible la extracción de agua del acuífero del Valle del Mezquital para apoyar el suministro del Sistema Cutzamala que es el que reparte agua a la zona metropolitana pero que lamentablemente está al 30% de su capacidad, es decir a punto del colapso si no llueve.
Alejandro Sánchez García, Secretario de Infraestructura Pública y Desarrollo Urbano Sostenible, aportó datos y dijo que este gobierno ha puesto especial atención en rehabilitar los ductos, reabrir nuevos pozos, habilitar las líneas de conducción, sanear el agua, pero solo están extrayendo el 10% que permite la Conagua, para hacerse una idea, dijo, hace unos 70 años se perforaban pozos a 50 o 70 metros, ahora tiene que hacerse a más de 500 metros para dimensionar cómo cada vez es más difícil.
Durante el encuentro, el edil de Zimapán, Alan Rivera Villanueva recordó que él enfrenta un tema de escasez de agua desde 2011 cuando se hicieron acuerdos con la Conagua que actualmente no se respetan, pues con el Acueducto II, se sustraen 1,800 litros de agua por segundo de su municipio para llevársela a Querétaro, a pesar de que se ha frenado la creación del Acueducto III para sacar más agua, el que sigue en funcionamiento continúa afectando a los zimapenses.
Declaró que son varias las comunidades que padecen por la falta del vital líquido pues no solo es el abasto sino que varios de los pozos de la zona están contaminados con arsénico lo que imposibilita su consumo y la poca agua potable que tienen se va para Querétaro, dijo que es más del 50 por ciento de localidades las que sufren por este problema, finalmente hizo un llamado para que, “el agua de Zimapán, sea para los zimapenses y el agua de Hidalgo que sea para Hidalgo”.
Durante el evento también destacó que el CEAAH realizará dos campañas, una es “¡Aguas! Se acaba el agua” que busca concientizar a la población para no usar agua potable de modo idealista o recreativo, este tendrá incidencia en empresas, centros de trabajo, instituciones educativas, entre otros que contarán con un distintivo que los reconocerá como “responsable hídrico”.
La otra campaña se llamará “gotas de cambio” que se dirige a estudiantes desde sus primeros años formativos para que de manera integral se hagan conscientes de la situación desde el aula, de manera práctica y posteriormente con la realización de un proyecto.
Finalmente los asistentes escucharon las diversas propuestas de las empresas que vendían bombas tratadoras de agua, tecnología para detectar y atender fugas, métodos de recolección de agua pluvial, entre otras, con la finalidad de vincularlos, que comiencen a hacer conciencia y tomen acción para frenar el fin del vital líquido, “porque con agua hay vida y si no, hay muerte” enfatizó Olivares Reyna.
