Por Carlos Camacho
La Iglesia Católica ha estado inmiscuida históricamente en el quehacer político de nuestro país, aun cuando sus labores debieran estar encaminadas sólo a los temas relacionados con la fe de sus feligreses, también inducen desde el púlpito, se entrelazan con políticos y gobernantes, con la clase empresarial.
Es decir, están presentes en política, aunque no puedan aspirar a cargos de elección popular, pero en sus sermones y en tiempos electorales, inciden, sugieren, usan metáforas para llamar a votar por tal o cual partido.
“Mañana el cielo será azul”, dicen, o “No olviden que la madre de todos los mexicanos, está protegida por el lábaro patrio” y sus tres colores. Hay sacerdotes que hablan de los candidatos con el propósito de que los fieles acudan a las urnas y voten por el personaje que ellos sugieren.
En tiempos electorales es común que gobernantes, candidatos y dirigentes de partidos polít5icos, sostengan reuniones “privadas” con los jerarcas de la iglesia en diversas regiones, para buscar su ayuda e incidir en los comicios a su favor.
Pues bien, La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), ha emitido un “llamado” a propósito de las discusiones con respecto del denominado “Plan B” relacionado con los ajustes a las leyes electorales que para unos es simplemente recortar gasto y para otros es atentar contra la democracia en nuestro país.
Monseñor Ramón Castro Castro, a nombre de la CEM, sostiene que la democracia es el camino más adecuado para fortalecer a las instituciones cívicas y políticas que velan por la libertad, los derechos humanos y la justicia.
Son, además, encargadas de promover el bienestar y el desarrollo de la comunidad, por su carácter participativo y representativo.
Manifiestan su preocupación por la controversia surgida a raíz de la propuesta presidencial de modificar la ley electoral, que al final quedó en un Plan B, que busca reducir el gasto y la estructura burocrática del Instituto Nacional Electoral (INE) y acabar con los privilegios de los integrantes del Consejo General, como ha planteado el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aunque en el lado opuesto, los propios consejeros que están por dejar sus encargos, entre ellos el presidente, Lorenzo Córdova Vianello, además de los dirigentes del PRI, PAN y PRD y el sector empresarial que encabeza Claudio X. González, sostienen que esas propuestas atentan contra la democracia y ponen en riesgo la gobernabilidad del país.
Por eso el alto clero, se dice preocupado por los diversos señalamientos que han hecho sobre irregularidades en el proceso legislativo en cuanto a la modificaciones a leyes electorales.
De ahí el llamado para que en sus decisiones (los encargados de aprobar esas modificaciones legales) respeten la certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad que rigen nuestro sistema electoral.
Luego hacen votos para que legisladores y autoridades resuelvan con “estricto apego a la ley” lo mejor para la consolidación de nuestra democracia, el bienestar., la paz y la concordia que hoy tanto necesita nuestro país.