Y al final…fue Claudia

Sheinbaum Pardo gana contienda de Morena.

Por Carlos Camacho

El pronóstico se cumplió y las cosas salieron como las planeo desde hace cuatro años el presidente Andrés Manuel López Obrador: logró que su consentida, Claudia Sheinbaum Pardo, fuera ungida como la coordinadora nacional de defensa de la Cuarta Transformación y en pocas semanas será la candidata presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Esta vez, hasta las casas encuestadoras atinaron a sus vaticinios, más frecuentes en los últimos 70 días que tuvieron las seis “corcholatas” inscritas en el juego sucesorio, que coincidieron en los resultados emitidos por las cinco encuestas realizadas en el país, para definir al ganador de la contienda interna y receptor del bastón de mando, que recibió la ex jefa del gobierno de la Ciudad de México (CDMX), la noche del miércoles de manos del presidente Andrés Manuel López Obrador, en su calidad de líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Los resultados presentados la noche del miércoles por la dirigencia nacional de Morena, con los dirigentes del PT y PVEM como testigos, fueron casi coincidentes y en todos resultó ganadora la académica Claudia -Sheinbaum.

Morena: Claudia Sheinbaum, 39.4 %; Marcelo Ebrard, 25.6 %; Gerardo Fernández, 12.2 %; Adán Augusto López, 10 %; Ricardo Monreal, 6.5 %; y, Manuel Velasco, 6.3 %.

MERCAEI: Claudia, 39.3 %; Marcelo, 25.6 %; Adán Augusto, 11.7 %; Noroña, 10 %; Manuel, 7.3%, y Monreal, 5.4 %.

DE LAS HERAS: Claudia, 41.1%, Marcelo, 26.4 %; Adán Augusto, 10.9 %; Noroña, 9.3 %; Manuel Velasco, 6.9 %; y, Monreal, 5.4 %.

BUENDIA Y MARQUEZ: Claudia, 36.6 %; Marcelo, 26.4 %; Noroña, 11.7 %; Adán Augusto, 11.1 %; Manuel Velasco, 8.6 %; y, Monreal, 5.9 %.

HELIGA CONSULTORES: Claudia, 40.5 %; Marcelo, 25 %; Adán Augusto, 12.2 %; Velasco, 6.7 %; y, Monreal, 6.7 %.

En el 2021, la mayoría de las firmas encuestadoras fueron seriamente criticadas por fallar en sus pronósticos. Esta ocasión casi todas fueron coincidentes, con márgenes mínimos de diferencia, atinaron en que la candidata presidencial sería Claudia Sheinbaum.

De hecho, el diario El Financiero, difundió sus propios pronósticos horas antes de que se conocieran los resultados oficiales y también fueron muy cercanos a los datos finales.

Vaticino que Claudia Sheinbaum ganaría con el 40 % de las preferencias; en segundo sitio quedaría Marcelo Ebrard, con el 28 %; tercero, Gerardo Fernández Noroña, con el 10 %; empatados en cuarto, Adán Augusto López y Manuel Velasco, con 6 %, y en quinto lugar, Ricardo Monreal, con el 5 %.

Si nos remontamos años atrás, desde que López Obrador dio señales de tener inclinación por Sheinbaum Pardo, las empresas demoscópicas sostuvieron que ella sería la candidata presidencial, pero para en el proceso interno, primero rechazó que en la sucesión habría dedazo y más bien sería el “destapador” y acuñó la palabra de “corcholatas” para definir a quienes se inscribieran en el proceso que abrirían Morena y sus aliados del PT y PVEM.

Para no generar la idea del dedazo y el favoritismo respecto de una persona, incluyó primero al Secretario de Relaciones Exteriores (SER), Marcelo Ebrard y a Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, como posibles participantes. Más adelante sumó al senador Ricardo Monreal, con quien su relación se enfrió por más de un año; además del senador y ex gobernador de Chiapas, emanado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Manuel Velasco Coello, y al senador del Partido del Trabajo (PT), el “camarada” Gerardo Fernández Noroña.

Con esas seis “corcholatas” se jugo el proceso interno que duró 70 días y concluyó con las encuestas realzadas por las empresas que propusieron los mismos aspirantes, además de la ordenada por la dirigencia de Morena.

Marcelo Ebrard, fue quien más cuestionó el método y quien no asistió a la reunión en la que se dieron a conocer los resultados de las encuestas. Tampoco estuvo en la ceremonia de entrega del bastón de mando que recibió Sheinbaum Pardo de manos del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y aunque la coordinadora nacional de los comités de defensa de la 4T llamó a la unidad y habló de “puertas abiertas” para todos y todas, el ex canciller no acusó recibo y anunció que el lunes realizará su asamblea nacional con sus seguidores y simpatizantes para decidir el rumbo que tomará de cara a las elecciones del 2024.

Una parte del partido Movimiento Ciudadano (MC) lo ha llamado a sumarse a se partido y “hacer la diferencia” con Morena y sus aliados y con el Frente Amplio por México”. “Marcelo, aguante, el pueblo se levanta”, le cantó Xóchitl Gálvez Ruiz, coordinadora nacional del FAM y virtual candidata presidencial por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), y de la Revolución Democrática (PRD) para invitarlo a sumarse al FAM, aunque no como candidato.

Los analistas consideran que si Marcelo Ebrard fuera candidato presidencial del partido naranja, la elección del 2 de junio próximo, podría dividirse en tres tercios. Si MC se aliara con el FAM, entonces la derrotada sería Claudia Sheinbaum.

Meses atrás se especuló que al final de la contienda interna de Morena, PT y PVEM, se llamaría a la unidad de los perdedores en torno al o la ganadora, como ocurrió, pues al final entre Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, se “repartirían” el gobierno de la Ciudad de México (CDMX), la Cámara de Senadores y la de Diputados federales.

Por lo pronto, el mismo jueves, Ricardo Monreal, dijo que con su 6.5 % de votos en la encuesta de Morena, se disponía a buscar la candidatura de ese mismo partido para la Ciudad de México, aspiración que también tienen Jorge García Harfuch, secretario de Seguridad Pública de la CDMX y el gobernador de Morelos, el polémico ex futbolista, Cuauhtémoc Blanco.

En Hidalgo, también hubo rostros de júbilo y de preocupación, entre quienes sí le atinaron a sus pronósticos y se la jugaron con Sheinbaum Pardo, y quienes apostaron por otras “corcholatas”.

En este caso, sobresale el paso que dieron las huestes de Gerardo Sosa Castelán, que echaron su resto para apoyar a Adán Augusto López, le abrieron las puertas de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), lo llenaron de elogios por los favores hechos a su líder político, cuando estuvo encerrado en el penal de Almoloya de Juárez, de donde salió para seguir en prisión domiciliaria y en espera de la sentencia que se le dicte por haber dispuesto de manera irregular de los recursos de la máxima casa de estudios.

Incluso, se dieron el lujo de quitar de la coordinación estatal de apoyo al tabasqueño, a Canek Vázquez Góngora, delegado del Infonavit en Hidalgo, y colocar en su lugar a la diputada federal Isabel Alfaro, incondicional de los Sosa Castelán.

En este tramo, Damián Sosa Castelán, siempre se colocaba junto al ex secretario de Gobernación, para aparecer en las fotos como actor principal, lo mismo que el rector Octavio Castillo Acosta o los ex rectores Adolfo Pontigo Loyola y Humberto Veras Godoy, además de los diputados federales que obedecen a su jefe Gerardo Sosa, como la legisladora Lidia García Anaya, aspirante a ser candidata a alcaldesa de Pachuca.

Cuauhtémoc Ochoa Fernández, diputado federal, que también aspira a senador de la -República o a alcalde de Pachuca, fue otro de los protagonistas de las actividades que tuvo López Hernández, con espacios dedicados a actividades charras o peleas de gallos, abarrotados para mostrar el músculo de apoyo, que al final quedó en un raquítico 10 por ciento de simpatías entre los encuestados finales.

El gobernador Julio Menchaca Salazar, felicitó a Claudia Sehinbaum y a través de un mensaje de texto en Facebook, le dijo que “estoy seguro de que tu liderazgo garantizará  la continuidad y el respeto de los principios y valores del Movimiento de Regeneración Nacional para la Transformación de México”.

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