Por Miriam Camacho
La lucha por las causas sociales y velar por los intereses de los más desprotegidos han sido una constante en los discursos políticos de todos los partidos, sin embargo, existe un sector poco visibilizado o “tratado” sin un verdadero conocimiento de sus necesidades específicas y ellos son las personas discapacitadas.
En este gobierno morenista encabezado por Julio Menchaca Salazar se creó la Dirección General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad y la dirige Alfonso Hayyim Flores Barrera, un joven ciego, que desde temprana edad ha tenido la inquietud de aprender, apoyar y servir; el abogado de 25 años cuenta con la experiencia necesaria para contribuir en las políticas públicas que beneficien a los discapacitados.
¿Quién es Poncho Flores?
Él es prácticamente ciego de nacimiento, pues a los tres meses fue diagnosticado con cáncer de retina, inició sus estudios en la escuela especial de la Ciudad de México “Itandehui” que irónicamente significa “camino hacia la luz”, comentó Alfonso Flores, quien en cuanto tiene oportunidad bromea sobre su discapacidad pues eso lo ha fortalecido y le permite, hoy, tener el proyecto de vida con el que puede incidir en la toma de decisiones.
Para su formación de preparatoria se trasladó al municipio de Zapotlán de Juárez, Hidalgo, a una escuela regular donde contó con el respaldo de sus compañeros, algunos sí intentaron hacerle bullying pero gracias a la fortaleza mental que sus padres le ayudaron a generar, no es algo que le signifique pues en su vida ha habido más gente que lo ha apoyado, que quienes no.
Este cambio representó varios retos, por ejemplo defender su lugar en la escolta (que fue ganado por promedio) pues para una competencia nacional no lo iban a incluir, no se conformó y pidió la oportunidad hasta lograrla, por lo que mediante unos hilos y la colaboración de sus compañeros pudo hacer un buen papel en ese momento, ahí en lugar de enfocarse en la marcha, la sociedad comenzó a visibilizar otros aspectos más importantes como la inclusión.
Estudió la carrera técnica en administración, no le gustó tanto y buscó una carrera donde pudiera hacer el cambio, optó por estudiar Derecho en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), su examen de admisión fue oral y tuvieron que hacerse “ajustes razonables” para que pudiera estudiar en una escuela regular, sus compañeros fueron buenos y lo apoyaban para lo que requiriera.
El inquieto joven ávido de aprendizaje, devoraba libros gracias a una computadora parlante que le prestó la Secretaría de Educación Pública, eso le abrió el panorama inmensamente, dejó el sistema braile en la secundaria por ser muy limitado pero gracias a la tecnología rompió barreras, conoció cientos de aplicaciones e investigó de todo y aun como estudiante colaboró en la Comisión de Derechos Humanos, En el Juzgado Cuarto Civil, en el Tribunal de Justicia Administrativa, en Defensoría Pública y en diversos despachos jurídicos de sus profesores.
Con esa experiencia supo que no equivocó su formación, decidió abrir su propio despacho jurídico donde llevó el caso de un niño con síndrome de Down que fue discriminado para entrenar natación; este caso llegó hasta la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que hicieron la recomendación para incluir al menor, también llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) donde lograron la obligatoriedad de la inclusión de personas con discapacidad en el deporte haciendo “adaptaciones razonables”, este hecho marcó su vida y carrera por lo que se motivó a seguir buscando mejorar las condiciones de este sector.
¿Cuál es su labor como Titular de La Dirección General para la Inclusión de Personas con Discapacidad?
Principalmente que se deje el asistencialismo y la caridad para visualizarlos como personas con capacidades profesionales; crear sinergia ente las Secretarías para que no trabajen aisladamente los temas y se tome en cuenta la experiencia de quienes viven la discapacidad.
De acuerdo con datos del INEGI hasta el 2020, en Hidalgo existen 596 mil personas con discapacidad, Poncho asegura que son más pues no se incluyen a personas con espectro autista, con problemas psicosociales ni otros de comunidades marginadas, la intención es ir conformando un mapeo de estas personas conforme las diversas dependencias las vayan identificando, ese será el primer punto.
Las cifras no están actualizadas y hay que definir muchos aspectos importantes pues de acuerdo con el CONEVAL gran porcentaje de las personas con discapacidad cuentan con seguridad social, pero ¿Cuántas lo utilizan realmente? preguntó, pues la accesibilidad de los espacios públicos no es la óptima para su movilidad.
No solo eso, él pretende que las personas con discapacidad disfruten de todo, de la cultura, el turismo, el transporte público y de más; recientemente llevaron al Senado una propuesta para un Turismo Inclusivo, en este proyecto participaron ciegos, mudos, personas en silla de ruedas y otras condiciones en un recorrido por el bosque, lo más caro fueron los palos de escoba dijo Pocho que en lo personal le sirvió para identificar los árboles, piedras, agua y demás, mediante el rebote del sonido.
“En ese recorrido todos estimulamos nuestros sentidos, no es cuestión de recursos sino de sensibilidad”, lo que busca es que los discapacitados se empoderen, cuenten con un empleo digno, que la gente conozca sus habilidades, vencer los modelos de caridad institucional y que respeten su voluntad, pues “no son niños eternos ni angelitos, son personas que tienen derechos” puntualizó.
La inclusión tiene tres principios… es incómoda, imperfecta y continua pero hay que aprovechar su potencial pues humaniza, se aprende, comunica, da identidad y reconocimiento. La Ley para la Inclusión de Personas con Discapacidad entró en vigor en mayo del 2011 en el gobierno de Felipe Calderón, Poncho cree que sirvió en el momento que fue creada pero la discapacidad es un tema en constante evolución.
¿Cómo se trabaja al respecto en el estado de Hidalgo?
Ya se llevó a cabo la primera sesión del Sistema Estatal para la Integración Social de las Personas con Discapacidad, esta es la verdadera junta donde todas las secretarías visualizan las necesidades del sector y con el apoyo del área que encabeza Alfonso Hayyim se generarán políticas públicas reales pero con la visión y experiencia de los discapacitados.
El gobierno de Hidalgo busca el apoyo del gobierno federal para la aprobación de la Pensión Universal pues actualmente las personas en esta condición reciben un ingreso de ayuda de los 0 a los 29 años, de ahí se quedan sin nada hasta los 65 años para recibir el apoyo de adultos mayores, Julio Menchaca propone que se amplíe esta ayuda de los 29 a los 64 años 11 meses y 29 días para que puedan continuar su desarrollo. Aún está en pláticas pero ya se puso sobre la mesa.
La dirección que encabeza Flores Barrera está integrada por 8 personas: área administrativa para llevar los oficios; área estratégica para hacer comparativos, identificar aliados, áreas de oportunidad y logística; capacitación; análisis de la normatividad; comunicación social; enlace con los gobiernos de todos los niveles, todos ellos con experiencia en temas de discapacidad, algunos con liderazgo internacional al respecto, otros con discapacidad y todos con un gran compromiso de hacer la diferencia.
El joven director está contento de ser parte del equipo de Julio Menchaca, tiene muchos planes e ideas, de pronto le resulta difícil ser jefe pues no está acostumbrado a delegar pues siempre ha hecho el esfuerzo por hacer las cosas solo y adaptarse, sin embargo, poco a poco se ha complementado con su equipo y se motivan continuamente para sacar el trabajo.
No hay atenciones especiales, si hay que hacer guardias se hacen, si hay que estar en reuniones muy temprano o muy tarde se acude, desarrollan su labor como cualquier burócrata con la diferencia de que aquí se hace con ánimo y con la intención de dejar huella en las políticas públicas en la posteridad.
¿A Poncho le gustaría recuperar la vista?
Dijo que no, pues esto le permitió estar donde está, aprovechar sus demás sentidos para conocer lugares, imaginas la belleza del mar, el cielo, las dunas de Cardonal, por ejemplo, que pudo conocer mediante la descripción de otros; sólo quiere para él y los demás discapacitados poder disfrutar igual que las demás personas.
¿Se considera una persona 100 por ciento independiente?
Sí, sin afectar su dignidad, es decir, pide apoyo para preguntar el color de algo, solicitar alguna dirección, pero puede hacer su vida como cualquiera, ha viajado solo, sale con su novia, realiza labores domésticas; con la ayuda de su teléfono móvil, algunos artefactos especiales y su bastón, vive normalmente incluso se visualiza con una familia y un hogar en el futuro, pero siempre aportando para mejorar la calidad de vida de los discapacitados pues esa es su pasión.
