Por Carlos Camacho
En efecto, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), enfrenta en Hidalgo uno de sus peores momentos: ha perdido el poder ejecutivo estatal, tiene apenas menos de un tercio de los espacios en el Congreso local, gobierna alrededor de 30 de 84 ayuntamientos, sus principales cuadros están enfrentados entre sí y han desmantelado prácticamente a su aparato burocrático en el comité directivo estatal, por falta de recursos para funcionar.
Es lunes 27 de febrero, Benjamín Rico Moreno ha accedido a la charla para hablar de su papel como empresario de la construcción, que alterna con el de presidente del comité municipal del PRI en Pachuca y con la Fundación María Elena Moreno y de cómo invierte recursos y tiempo en esas tareas.
Algo que pocos hacen, particularmente en el entendido de que el PRI hoy no es la mejor opción para postularse en busca de un cargo de elección popular.
El año pasado dejó su tarea como secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath) porque consideró que sería el candidato a la presidencia municipal de Pachuca, sin embargo una decisión final lo dejó en la orilla.
No obstante se conformó con ser candidato suplente y trabajo para que su partido no perdiera ante Morena, que comenzó la contienda electoral del 2021 con 20 puntos abajo.
Muchos pensaron que con esa experiencia amarga, dejaría las tareas políticas y volvería a su exitosa labor como empresario de la construcción. Pero no. Decidió seguir y comenzó a recorrer barrios y colonias, hizo compromisos y pavimentó calles, entregó apoyos, organizó fiestas decembrinas como dirigente del PRI.
Con la Fundación María Elena Moreno (el nombre de su madre) lleva brigadas médicas y hasta el lunes pasado ha cubierto cinco zonas, con alrededor de 500 consultas. Esta vez tocó turno a los vecinos del fraccionamiento Villas de Pachuca, donde el empresario-político estuvo acompañado de la diputada federal Carolina Viggiano, lo que algunos opinadores vieron como el arranque de la precampaña de cara a las elecciones del próximo año.
-Algunos dirán, Benjamín Rico está loco. Mira que gastar dinero ayudando a la gente, cuando esa es obligación de las autoridades. ¿No te parece una locura?
– Siempre he tenido ese espíritu de ayudar. Antes no se notaba porque los medios no le ponía atención, pero esto lo vengo haciendo desde hace años, a través del Club Rotario. Mis padres me enseñaron desde chico a ser solidario. Vengo de una familia pobre, que vivía en la privada de la calle de Bravo, mi abuela vendía chalupas en la calle de Abasolo. Nosotros crecimos en el barrio de El Arbolito.
Entonces, el sueño de los niños de mi generación era ser chofer cuando fuéramos grandes. NO había muchas posibilidades para algo más, pero yo tuve la fortuna de seguir estudiando y gracias a eso me hice ingeniero, esto se lo debo a instituciones creadas por el PRI. Los gobiernos priistas me dieron una beca alimenticia, que sin ella, no hubiera podido titularme.
Por eso siempre he considerado que uno debe ser agradecido y devolver algo de lo que la vida te ha dado y por eso hago esto.
– ¿No es para ser candidato a presidente municipal, a diputado federal?
-Cuando estás en un partido político, trabajas para aspirar a espacios de mayor participación, que te permitan seguir ayudando a la gente. Yo sigo ayudando y si las circunstancias lo permiten así será, pero eso no me quita el sueño.
Hoy el PRI parece no ser la mejor opción para quien aspira a un cargo de elección popular, debido al desprestigio generado por sus dirigentes, pero Benjamín Rico tiene otra óptica:
“la unidad del partido está abajo, el partido no son los dirigentes, ellos son profesionales de la política, que saben que el diálogo permanente es la fórmula para llegar a acuerdos. Los desencuentros no los promueve la militancia. Confío en que en el 2024 ganemos congresos locales y espacios en el Congreso de la Unión, que permitan los equilibrios entre poderes que tanto demanda el país.
Los desencuentros (entre priistas) están arriba, la lealtad de los militantes y los amigos permanecen a pesar de las pasiones desbordadas entre nuestros dirigentes.
Hay muchos políticos que crecieron con el partido en lo político, lo económico y lo social y le deben al partido su solidaridad. Dividir al partido, es traicionarlo.
Yo como militante del PRI (por ejemplo) no hice acuerdos con otros políticos para perder espacios en las contiendas electorales.
Hoy, necesitamos líderes valientes, que encabecen las causas más sentidas de la ciudadanía, por ejemplo el tema del agua potable, que ha llevado a los vecinos a bloqueos carreteros, a marchas a demandas en palacio de gobierno y lo hacen los vecinos organizados. Los partidos y hablo por el nuestro, hemos dejado de enarbolar esas causas.
Hay que volver a la gente a estar con ella, a atenderlos, a resolver sus necesidades en la medida de lo posible.
-¿A poco más de un año de las elecciones del 2024, aspiras a ser presidente municipal de Pachuca?
-Quienes nos dedicamos a servir a la sociedad, lo hacemos con la convicción de ayudar y si estamos en un partido político es por algo. Veo una efervescencia política en nuestro estado y una disputa al interior de los partidos, muy reñida por ver quién surge como candidato a uno de los muchos cargos de elección popular que se jugarán el próximo año.
Pero, yo creo que si el partido no está fortalecido en Pachuca, no podemos aspirar a nada.
Termina la charla y vuelve a la mesa donde le esperan vecinos de Villas de Pachuca, para exponerle quejas, solicitar ayuda y mostrarle su agradecimiento, porque realmente es de los pocos políticos que no esperó a los “tiempos electorales” para llevar ayuda a barrios y colonias con demasiadas carencias.