Por Carlos Camacho
San Felipe Orizatlán, es un municipio enclavado en la huasteca hidalguense, que en el 2015 se ubicó en el lugar 62 entre los 84 municipios de la entidad en la escala estatal de rezago social y que el Coneval coloca en el rango de “marginación alta”, con el 39.1 por ciento de su población en pobreza extrema y otro 42.1 por ciento en pobreza moderada.
Bien, este municipio colindante con los estados de Veracruz y San Felipe Orizatlán, no escapa de las disputas políticas ni de la ambición de quienes pretenden gobernarlo a partir del próximo mes de septiembre.
Lo sabemos a partir de un video que difundió ayer domingo, el candidato a presidente municipal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Marco Andrade, quien exhibe la ambición de dos de sus adversarios políticos, Carlos César Pérez Escamilla y Manuel de Jesús Rivera Fernández.
Y en el video enfoca sus baterías contra el dos veces alcalde de San Felipe Orizatlán, impulsado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que renunció para sumarse a Morena, pero como no resultó candidato, decidió sumarse al proyecto de Carlos César Pérez Escamilla.
De acuerdo con el abanderado de Morena (un joven de 26 años), Manuel Rivera no tuvo empacho ni dignidad en ignorar los epítetos que le lanzó Carlos Pérez Escamilla, a través de Facebook el 5 de diciembre del 2020.
Dice el aspirante morenista que Manuel Rivera le exigió a cambio de su apoyo: 5 regidurías, 60 por ciento de la obra pública para que la constructora MR de su propiedad, la ejecutara, y 37 espacios en la próxima administración municipal.
Como el precandidato de Morena se negó, Manuel Rivera se sumó al proyecto de su antes detractor, como se lee en las redes sociales del 5 de diciembre del 2020.
Carlos Pérez Escamilla se refería entonces a su hoy aliado como un “ambicioso y corrupto”.
Recordó entonces que “…y que como muchos que fueron presidentes y se llenaron de la obra pública, desviando proyectos para su rancho. Como el corrupto, ambicioso, vendido y coyón de Manuel Rivera”, quien, dijo Pérez Escamilla “habló pestes de la presidenta municipal” Erika Saab Lara.
“No tienen dignidad ni vergüenza. Es un arrastrado de lo peor”.
Así se atacan unos a otros, por la conquista de un municipio que refleja la desigualdad en que viven sus habitantes, pues de sus 38 mil 492 habitantes, 15 mil 122 radican en la cabecera municipal y en las comunidades de Ahuatitla y Huitzizilingo. El resto se dispersan en las restantes 132 localidades, con un 55 por ciento de hablantes del nahuatl.
Manuel Rivera pretendía un tercer período, ahora con la bandera de Morena, luego que el PRI lo impulsó para gobernar dos veces su municipio, en los períodos 2009-2012 y 2012-2016, lo que, según sus detractores, le permitió fortalecer sus negocios de construcción, venta de materiales, renta de maquinara y autotransporte…entre otros.
