Por Carlos Camacho
Parece que desde la óptica del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no, porque sus candidatos al senado de la República, Simey Olvera Bautista y Cuauhtémoc Ochoa Fernández, han desdeñado la invitación del Instituto Nacional Electoral (INE), para participar en uno de estos encuentros, que se realizará el domingo por la tarde en las instalaciones del Sistema de Radio y Televisión del gobierno de Hidalgo.
En los tiempos del otrora dominante Partido Revolucionario Institucional (PRI), sus candidatos a un cargo de elección popular desdeñaban participar en un debate, porque su ventaja electoral les hacía pensar que corrían riesgo de ser blanco de ataques de sus adversarios y darles esa oportunidad era como “engordarles el caldo”, por eso no participaban, a menos que la ley los obligara.
Hoy, parece que esa lógica la aplica Morena, que aventaja a sus adversarios en todas las contiendas (presidencial, de senadores, de diputados federales, diputados locales y en una mayoría de municipios), por lo que no quieren exponer su diferencia en las tendencias electorales que los coloca por encima de sus adversarios justo a un mes de los comicios más importantes del país.
Para la ciudadanía son importantes los debates, porque nos permiten conocer más de las propuestas e ideas de los candidatos a cargos de elección popular, su conocimiento de las necesidades ciudadanas y sus propuestas de solución.
Aunque en el caso de los legisladores, no se puede habar de soluciones concretas, sino de reformas legales que ayuden a concretar acciones en favor de la ciudadanía: carreteras, agua potable, drenaje, alumbrado y un sin fon de etcéteras, que les corresponde a los gobernantes, llevar a cabo y convertirlas en realidad.
No obstante, también sirven los debates para las acusaciones entre los candidatos, sobre sus actuaciones en tareas anteriores como legisladores o gobernantes, igual que ocurrió en el segundo debate entre los aspirantes presidenciales, concretamente entre Xóchitl Gálvez Ruiz, que calificó como “narco candidata” a Claudia Sheinbaum, quien le reviró con un “corrupta”.
Como sea, son relevantes los debates para la confrontación de ideas y proyectos, visiones de país, de estado o de municipio, por eso es lamentable que desoigan el llamado del INE los candidatos punteros en la contienda por el Senado de la República, que se sienten casi con un pie en el Congreso de la Unión, porque so postulados por Morena.
