Morena, el partido de los triunfos seguros

Por Carlos Camacho

El empresario Noé Paredes Meza, es uno de tantos ejemplos de aquellos ex militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ha migrado hacia terrenos más prometedores y en busca del cargo que siempre le negó su partido, ahora se ha registrado como candidato a alcalde de Tula de Allende, por Morena, sabedor de que hoy es la mejor opción para concretar su proyecto político.

El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se ha convertido en la aplanadora política federal y estatal y la llave que abre la puerta del Congreso Federal, del Congreso local y de los 84 ayuntamientos, que se jugarán en las elecciones del próximo 2 de julio.

Es tan grande el pastel a repartir, que muchos que se consideran con la fuerza suficiente para ganar una elección a ras de piso, se han plegado a voluntades superiores que han enviado señales de que la voluntad “ciudadana” no está con ellos y difícilmente ganarán las próximas elecciones.

Pachuca, capital del estado, es el mejor ejemplo de lo anterior, pues varios perfiles, algunos de ellos formados en el tricolor, incluso con cargos de relevancia en el otrora imbatible partido de las mayorías o en el organismo que funciona como árbitro electoral, buscan a toda costa hacerse notar para ser tomados en cuenta, sabedores de que la decisión no les favorecerá y que hoy se buscan “perfiles frescos”.

En Huejutla, la contienda interna se pone interesante, con el registro de los cuatro perfiles más representativos: Carlos Fayad, Daniel Ramos Moguel, José Alfredo San Román y José Eugenio Segura Marroquín.

Aunque los que saben dicen que la contienda se definirá entre Ramos Moguel y San Román Duval. El primero ya ha sido dos veces alcalde de Hujuetla, una por el Partido Acción Nacional (PAN) y otra por Convergencia; el segundo, participa por primera vez para el cargo.

Mañana concluye el registro de aspirantes a alcaldes y quienes han manifestado su intención de participar lo hacen en el entendido de que con Morena van sobre seguro, porque es el partido que desplazó del poder al PRI y porque entienden que hay Morena para rato y eso les garantiza el triunfo en la contienda constitucional.

En suma, aquellos que prometían amor eterno al PRI, lo hacen ahora con Morena. Son los vientos de cambio.

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