Por Carlos Camacho
Vivimos en un mundo tan desigual que, en términos de ingresos, los pocos ricos cada vez más, aumentan sus fortunas, mientras que la cifra de pobres alcanza ya los cinco mil millones de personas, que difícilmente podrán alcanzar los ingresos necesarios para cubrir sus necesidades más básicas.
Recientemente Oxfam, presentó datos alarmantes y señaló que en una década el mundo podría tener al primer billonario en dólares (una persona que tendría mil veces mil millones de dólares), al tiempo que hay cinco millones de personas empobrecidas. Para erradicar la pobreza, se necesitan más de 200 años.
Así tenemos que entre los más ricos del mundo, aparece Elon Musk, con una fortuna de 250 mil millones de dólares, según la revista Forbes; le siguen Bernard Arnault y familia (LVMK), Jeff Bezos (Amazon), Larry Ellison (Oracle), Warren Buffett, quienes desde el 2020 aumentaron sus fortunas en un 14 por ciento.
La brecha social se amplió debido a la pandemia provocada por el Covid-19, con el crecimiento de las fortunas de unos cuántos y el empobrecimiento de cinco mil millones en el mundo.
Y para acentuar esa distancia entre unos y otros, los más ricos se aseguran de que las corporaciones generen más riqueza a expensas de todos los demás.
En nuestro país, tenemos igual a un reducido grupo de personajes millonarios y millones de mexicanos sumergidos en la pobreza a quienes el gobierno apoya mediante programas asistenciales que les ayudan a atenuar un poco su situación, pero no les permite salir de esa condición de pobreza y marginación en que están sumidos ellos y sus familias.
