Por Carlos Camacho
Es lo que menos han mostrado nuestros gobernantes y nuestros representantes populares, esos a quienes con nuestro voto les endosamos nuestra confianza, luego que nos han vendido la idea de que una vez en el poder velarán por nuestros intereses y hasta nos presentan planes de trabajo, iniciativas de ley que nos beneficiarán, pero una vez en el poder se olvidan de todo eso y cuando los partidos que los postularon y ya no les son útiles, simplemente cambian de siglas y van en busca de otros espacios, siempre a nombre del pueblo que dicen representar.
¿Ejemplos? Muchos. Los más recientes nos los han dado quienes renunciaron al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y ahora sin pudor buscan otras siglas en busca de que los impulsen como sus candidatos a un cargo de elección popular para los comicios del próximo año.
Es el futuro embajador de México en Noruega (si lo avala al Senado de la República), Omar Fayad Meneses, el mejor representante de lo que aquí se dice. Estuvo en el PRI más de tres décadas, obtuvo los cargos más importantes desde alcalde, diputado federal, senador y gobernador del Estado. Pasará a la historia como el último gobernante del PRI en Hidalgo y ser quien permitió la alternancia, para dar paso al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), uno de los valores que consideró el presidente Andrés Manuel López Obrador, para proponerlo como el representante diplomático de nuestro país en Noruega.
Nuvia Mayorga Delgado, también decidió salir de las filas del PRI para luego incrustarse en el Partido Verde Ecologista de México (PVEM); desde donde busca continuar su carrera política y ha anticipado su deseo de continuar en el Senado de la República, aunque ahora enarbolando los postulados de la 4T, esa que cuando priista criticó ferozmente.
Ni uno ni otra, mostraron rubor alguno al anunciar su alineación con fuerzas antagónicas al PRI, partido que a ambos les dio todo y como ya no fue lo que esperaban, le cargaron las culas al también indefendible, Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI, quien se preocupa por hacerse de todos los cargos de elección popular plurinominales, en el entendido de que difícilmente quien se lance a la aventura de ser candidato de mayoría relativa, obtenga algún triunfo.
Pero, más aún, los leales a Omar Fayad, también presumen sus reuniones con dirigentes del partido Movimiento Ciudadano (MC); con quienes el Grupo Plural Independiente (GPI); tiene “muchas coincidencias”, como alardeó el diputado local plurinominal Alejandro Enciso, posando para la foto con el presidente nacional del partido naranja, Dante Delgado Ranauro.
Lo que se puede observar con estos movimientos, es que nuestros políticos no están dispuestos a defender postulados, estatutos ni principios de partido, simplemente buscan acomodarse y lo hacen por la puerta trasera, pues su objetivo es alinearse a Morena, el partido hoy todo poderoso, usando como instrumentos a los partidos aliados como el Verde Ecologista.
En algo coinciden Verde y MC, que son dos partidos satélite que ni siquiera han alcanzado el tres por ciento de la votación en sus recientes participaciones, aunque los del GPI y las huestes del senador Miguel Angel Osorio (representados aquí por Nuvia Mayorga), creen que con su fuerza política, podrán ayudar a esos dos institutos políticos a alcanzar su tres por ciento y de paso ganar escaños en el Congreso federal o en el Congreso local y, si se puede, alguna presidencia municipal.