Cómo observar las perspectivas nebulosas de Morena sin AMLO

Por Rogelio Hernández López

Hace tres semanas apareció el primer análisis serio sobre el monumental reto de Morena de cómo superar la ausencia de Andrés Manuel López Obrador en noviembre de 2024.

Y al sopesar las 14 recomendaciones que le proponen en esa reflexión para mantener ese movimiento-partido como primera fuerza política nacional se deduce que quienes lo dirigen no han mostrado suficiente claridad sobre ese gran desafío.

El tema del futuro del movimiento político de transformación y de su instrumento Morena sin su fundador, recorre a todas las fuerzas políticas y a no poca gente politizada. Tema que las y los periodistas de política con más veracidad tendremos que observar.

Los periodistas Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado Gómez ya ubicaron bien la necesidad de encontrar respuestas y encontraron a un personaje que ha vivido un fenómeno similar y con capacidad de análisis para no repetir errores: Juan Carlos Monedero ​​politólogo, catedrático y fundador del partido español Podemos. (ver: https://www.sinembargo.mx/19-10-2023/4423257)

Las 14 recomendaciones de este político español sirven para analizar cuáles de ellas se están aplicando pero también para identificar otras necesidades para que Morena pueda construir una perspectiva alentadora sin su líder.

Estas necesidades, aún nebulosas de alcanzar, son: lograr una identidad precisa que consolide al movimiento y al partido y que le permita sostener la mínima unidad interna; conservar y aumentar las vastas alianzas que logró su fundador; y sobre todo, mantener el amplio respaldo social a su propuesta de transformación.

Lo alcanzado

Ya poca gente interesada en la política, dentro y fuera de México, ignora lo sorpresivo de lo alcanzado por este movimiento-partido en muy poco tiempo.

El movimiento amplio se inició prácticamente durante el breve lapso de ocho meses: del 20 de febrero de 2011 cuando López Obrador renegó como militante del Partido de la Revolución Democrática (al que consideraba como indefinido) y el 2 de octubre de 2011 cuando encabezó la constitución formal del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) que obtuvo registro como Asociación Civil el 20 de noviembre de 2012 y como partido político nacional en 2014.

Para noviembre de 2023, en apenas nueve años de registro legal, este movimiento-partido registra una alianza consolidada con el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista de México y con muchas fuerzas políticas locales; haber obtenido la Presidencia de la República; con sus siglas a 61 Senadores (de 128 de esa cámara); 201 diputados federales (de un total de 500), 23 gubernaturas (de 32), 21 de Morena más dos del Verde en SLP y del PES en Morelos; 210 presidencias municipales con sus colores de 2 mil 076 electas con votos (393 son alcaldías de Oaxaca que se eligen por usos y costumbres); 613 diputados locales (de un total de 1,113) lo que le consiguió tener mayoría en 22 Congresos estatales.

El Instituto Nacional Electoral reporta que Morena tiene registrados a 2 millones 322 mil 136 militantes, lo que contrasta con los demás partidos nacionales que todos juntos reportan 4 millones 122 mil 849 militantes.

Todo esto comprueba la fuerza alcanzada por este movimiento-partido al que nadie pueda negar que es la primera fuerza política de México gracias al liderazgo fenomenal de un político diferente a los tradicionales y que difícilmente tendrá similares en décadas.

Por todo eso, la mayoría de encuestas reportan una aceptación promedio de López Obrador como presidente del 60 por ciento de los ciudadanos cuando faltan 11 meses para que termine su gestión. Y todos los mexicanos le han escuchado decir repetidamente que él se retirará de la política el martes 1 de octubre de 2024, al día siguiente que entregue la banda presidencial.  

Las 14 recomendaciones

Por todo lo anterior es que circula profusamente la pregunta de ¿qué hará Morena sin López Obrador? Inquietud que comenzaron a disolver los periodistas Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado Gómez el 19 de octubre al entrevistar a Juan Carlos Monedero ​​fundador del partido español, también sorpresivo, Podemos.

Morena entrará, en poco tiempo, en su segunda época, esta de transición para intentar llenar el vacío que le dejará su fundador, analiza el político español durante esa conversación, que ya fue vista por 185 mil personas en YouTube y un poco más de mil personas que la han comentado en Facebook

Los Periodistas subtitularon su conversación: “Catorce tesis sobre Morena y los partidos políticos (Y una canción desesperada)”. En ella se dieron explicaciones amplias sobre estas tesis que significan recomendaciones para los directivos formales del partido-movimiento.

1. El momento más complicado en la vida de un partido es cuando sus liderazgos más consolidados tienen que ser sustituidos, aún más cuando esos liderazgos encarnan una época.

2. En los procesos internos, es esencial que quien gane no lo gane todo y que quien pierda, no lo pierda todo.

3. Hay una tensión entre el núcleo que dio origen a un partido y lo sostienen y la necesidad de abrirlo y crecer. Esa tensión no puede solventarse abriéndose de una manera que quiebre la coherencia ideológica ni cerrándose como una secta.

4. En los comienzos de una formación política, es esencial afirmar los principios ideológicos pues es la garantía de mantener el espacio político.

5. Suele ser un error buscar candidaturas que le gustan a los adversarios políticos o a sus votantes, pensando que así se garantiza la victoria electoral.

6 . Moderarse cuando no es el momento es darles vitaminas a los adversarios, de la misma manera que radicalizarse cuando no toca, da armas a los adversarios.

7. En el siglo XXI, hay que preguntarle a los datos y completar con la intuición, no preguntarle a la intuición y buscar los datos que lo corroboren. (ser serios y profesionales y no alterar las encuestas para mentir).

8. No hay que pensar que los candidatos son para hoy, sino que son también candidatos para mañana.

9. En las elecciones primarias donde un partido tiene varios candidatos, es más importante que se articulen en positivo sobre las capacidades de cada cual que no sobre sus problemas.

10. Es importante que exista debate con los adversarios políticos, porque si no existe ese debate, la discusión se traslada a la interna.

11. En política las familias y las corrientes existen y aunque lo ideal sería que fueran familias ideológicas, Negar su existencia o prohibirlas no les hace desaparecer.

12. En un país presidencialista, todo lo que refuerce a la candidata es bueno y lo que la debilite es malo.

13. En partidos-movimiento, hay que tener a las bases estimuladas, no dopadas económicamente. (Se necesitan militantes conscientes y organizados y eso es posible cuando los construyes y no los compras).

14. Un partido vertical gestiona bien lo electoral pero mal lo ideológico; un partido horizontal gestiona bien lo ideológico pero mal lo electoral.

Otros riesgos

Hace poco más de dos años, el 4 de octubre de 2021, en esta columna se anotaron otros riesgos de ese partido-movimiento:

Estamos ante un fenómeno político del que pocos especialistas han atinado a caracterizar con los modelos conocidos por las ciencias políticas, como son los partidos tradicionales.

Es que más allá de lo formal los principales dirigentes de Morena se enfrentan, en el fondo, a tres retos: institucionalizarse, perfilar una identidad bien definida y comenzar a diluir el cordón umbilical para reducir su dependencia del liderazgo del fundador, quien insiste en que dejará la política en 2024.

Morena no es de izquierda socialista. La mayoría de referencias de académicos, observadores, periodistas e incluso sus documentos básicos ubican a Morena a la izquierda, así muy en general.

Tampoco es un movimiento político clásico, ni un frente de movimientos sociales organizados. Norberto Bobbio y otros teóricos de la política afirman que los movimientos políticos, en primer lugar, son distintos a los partidos porque “no se encaminan a la institucionalización de una idea o un grupo”, por ejemplo, el socialismo; sostienen que su temporalidad es limitada.

Morena se enfrenta ya a la necesidad de renovar su identidad, como asientan los sociólogos: “Los movimientos políticos no difieren significativamente de los movimientos sociales y su estructura tiende a ser menos fluida… enfrentan el problema de la formación de identidades colectivas… con el transcurso del tiempo se encuentran con el problema del mantenimiento y renovación de estas identidades.” (página 1014, Diccionario de Política. Edit. Siglo XXI).

Morena es un ente abigarrado de políticos de todos los orígenes y tendencias de pensamiento que tienen en común el uso del nombre, el color, el logotipo y, por supuesto aprovechar la enorme fuerza pública de su fundador.

Pero Morena es el instrumento político electoral de un movimiento social mucho más amplio. Como periodistas tendremos que observar cada acción de Claudia, de Mario Delgado, Citlalli Hernández que, como tarea más urgente en estos días será evitar deserciones, consolidar las alianzas internas y ampliar las externas, con especial atención a las izquierdas socialistas y comunistas que pueden aportar mucho para reforzarle la identidad social. Mirada de reportero.

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