Por Carlos Camacho
En una entrevista “banquetera”, el gobernador Julio Menchaca Salazar, habló respecto de la idea del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de desaparecer organismos autónomos altamente costosos y, a su juicio, inoperantes y trasladó esa idea a nuestro estado para referirse a entes como la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), que desde su perspectiva se ha vuelto costosa y obesa.
La alusión hizo recordar los lances de la presidente actual, Ana Karen Parra Bonilla, quien desde el momento en que rindió protesta como ombudsperson, adelantó que, en congruencia con la austeridad republicana pregonada por López Obrador, como primera acción de su nueva encomienda, se reduciría sus ingresos y haría economías para un mejor y eficaz funcionamiento del organismo autónomo.
No lo hizo, y al contrario, decidió hacer una purga en la plantilla de trabajadores, para dar de baja a quienes consideró de entrada inoperantes e innecesarios.
El gobernador Julio Menchaca Salazar, recordó que él mismo intentó ser presidente de la CDHEH, pero no lo logró, porque desde el poder ejecutivo, entonces encabezado por Francisco Olvera Ruiz, le pusieron todos los obstáculos posibles, para evitar que el Congreso local lo eligiera a él como ombudsman.
Luego consideró que hay organismos que se han vuelto caros y obesos, como ocurre con la Comisión de Derechos Humanos.
Por eso la andanada en diversos espacios de opinión, donde han cuestionado la labor de la activista, hoy convertida en defensora de los derechos humanos, con un ingreso anual nada despreciable del orden del millón de pesos y que ha decidido mejor no reducirse como ofreció al comenzar sus tareas en la CDHEH.
Le ha faltado sensibilidad para enfrentar los cuestionamientos de la prensa, y en lugar de atender sus preguntas, decide huir, como lo hizo en su comparecencia en el Congreso local, de donde salió corriendo para abordar el auto que ya la esperaba y así evadir a los reporteros.
De acuerdo con el Periódico Oficial del Estado de Hidalgo, la ombusperson percibe un salario neto de 9,914 pesos, al que se le suma una compensación de 63 mil 862 pesos, para un total mensual de 73 mil 776 pesos. Al año sus ingresos son de un millón 32 mil pesos, que incluyen una gratificación anual de 147 mil 552 pesos, además del pago de impuestos, con cargo al erario estatal.
En cambio, un jefe de oficina “A” gana apenas 7,800 pesos. Las compensaciones de los jefes de oficina de la A a la C, van de los 6,417 a los 1,397 pesos.
Nada que ver con lo que gana la presidenta o el visitador general, que percibe 48 mil pesos de compensación, o el Oficial Mayor, que además del sueldo base percibe una compensación de41 mil 479 pesos.
En efecto, como dice el gobernador, una oficina demasiado obesa y costosa.