Por Carlos Camacho
La comunidad al interior de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), dejará ir otra oportunidad de democratizarse hacia adentro, y al mismo tiempo permitirá, de nueva cuenta, que el control verdadero de la máxima casa de estudios, lo siga ejerciendo Gerardo Sosa Castelán, como lo hace de manera ininterrumpida desde hace 39 años.
El proceso de elección de quien será rector para el período 2023-2029, indica que nadie puede atreverse a desafiar al jefe real de la comunidad universitaria, pues no se entiende de otro modo el hecho de que sólo se haya registrado un candidato y éste sea quien relevó de manera interina a Adolfo Pontigo Loyola, quien, a meses de cumplir su segundo período de cuatro años, decidió renunciar “por asuntos personales”.
Octavio Castillo Acosta, es un fiel aliado de Sosa Castelán y por eso se decidió que sea el nuevo rector a partir del próximo viernes, cuando el Consejo Universitario así lo decida, por mandato del jefe del Grupo Universidad.
Luego entonces, si así siguen siendo las cosas, no habría necesidad de obligar a los alumnos a manifestar su apoyo incondicional al único candidato y virtual rector universitario.
Es un ejemplo de los modos que aplica Sosa Castelán, aún desde su prisión domiciliaria, para decidir por la comunidad universitaria. A Gerardo Sosa no le gustan aliados críticos, que pongan en riesgo su hegemonía, ejercida a punta de “patín y madrazo”, como reseñó en su libro el escritor Alfredo Rivera Flores.
De sus modos, dan cuenta quienes fueron secretarios generales de la UAEH en su momento y aspiraron a ser rectores, sin el aval del jefe del grupo, como Jorge Márquez Alvarado, hoy alcalde de Tulancingo, o Raúl Arroyo, dedicado hoy a su verdadera pasión, la escritura y la historia.
Desde el viernes pasado, luego del registro de Octavio Castillo como único aspirante a rector de la universidad, surgieron quejas en las redes sociales contra la decisión de llevar como “acarreados” a los estudiantes a actos de “apoyo incondicional” en favor de Castillo Acosta.
…Como ya es usanza de la UAEH se toma a los estudiantes como moneda de cambio en sus temas políticos, mismos que reportan que se les está obligando a firmar en apoyo al rector, así como a acudir de forma obligatoria a un mitin político, al cual llevará de acarreados en los Garzabús.
Es una vergüenza que se siga coercionando a los estudiantes, amenazándolos con tener alguna afectación en sus calificaciones o estancia en la institución si no apoyan estas artimañas del estilo político rancio que se deben eliminar urgentemente.
Firman alumnos de la Escuela Superior de Actopan; en otro mensaje lazan un llamado al “alumno garza”: en estas elecciones de rector, no permitas que condicionen tu calificación a cambio del apoyo al rector interino. No permitas que te lleven de acarreado a sus eventos. No permitas que sigan utilizando al estudiantado para obtener beneficios políticos.