Columna Balcón Político
Por Carlos Camacho
Voluntad política hay, recursos, ya se anunciaron, estrategias y planes, también, el asunto es en qué tiempo podrá revertirse el daño al medio ambiente y la contribución a la crisis hídrica que padece el país y, especialmente, la Cuenca de México, que incluye a Hidalgo y particularmente a la parte sur de nuestra entidad, con Tula de Allende como principal afectado, provocada por un problema que se generó hace 75 años.
Recientemente, la presidenta Claudia Sheinbaum, en su conferencia mañanera, habló del tema y se refirió, a pregunta expresa de un comunicador hidalguense, respecto de las acciones pera frenar el deterioro ambiental que provocan empresas como la refinería “Miguel Hidalgo”, de Petróleos Mexicanos (Pemex) o la plantea termoeléctrica “Francisco Pérez Ríos”, de la Comisión Federal de Electricidad”, y a las tareas de saneamiento del río Tula, así como un programa de economía circular para aprovechar los terrenos de la fallida refinería, que anunció el presidente Felipe Calderón Hinojosa y que sólo quedó en una barda perimetral, de los terrenos que se usaban en tareas agrícolas.
El experto en medio ambiente, Iván Restrepo, se refirió al asunto recientemente en un artículo publicado en el diario La Jornada.
Ahí habló del daño que se ha ocasionado a la Cuenca de México, desde el gobierno de Miguel Alemán, hace 75 años, cuando comenzó el crecimiento urbano, se promovió la ley de especulación inmobiliaria, que derivó en la ocupación regular e irregular de áreas agrícolas, comunales y boscosas, por asentamientos humanos.
El crecimiento anárquico de la mancha de asfalto, afectó severamente un elemento de vida o muerte para los mexicanos: el agua, pues con la construcción de avenidas y carreteras, se taparon 43 de los 45 ríos que existían entonces y proporcionaban agua limpia, humedales y regulaba el clima.
Ahora, se sobre explotan los acuíferos a profundidades mayores y no se les recarga lo suficiente con agua de lluvia; se pierde un tercio del agua que se inyecta a la red de abastecimiento; no hay ninguna política de crecimiento amigable con el medio ambiente y los recursos naturales.
Hoy, dice el experto en temas de medio ambiente, la Cuenca de México, sufre de estrés hídrico varios meses, por inundaciones provocadas por lluvias torrenciales y otro tiempo por la prolongada sequía.
Por falta de obra pública adecuada y permitir construir en áreas frágiles como Ecatepec, en el Estado de México, y en Tula, estado de Hidalgo.
Como resultado de esas políticas desordenadas de crecimiento urbano, generadas desde hace más de siete décadas, hay en la Cuenca de México, 30 millones de mexicanos, la mitad de ellos en pobreza, con severos problemas de calidad de vida, ambiente y servicios básicos.
Por eso, es alentador pero insuficiente el anuncio del gobierno mexicano, de atender un problema crucial para millones los mexicanos y, por lo que toca a los hidalguenses, de suma relevancia pues en ello nos va la vida.