El Caso de Zacarías y “Santos”
Por Miriam Camacho
Santos, es un perro labrador, tiene 3 años 6 meses y desde las 4 semanas de nacido inició su proceso de pruebas para convertirse en perro guía; no fue fácil, ni de un momento a otro, es mucho tiempo de preparación el que vivió para hoy poder ser el amigo, acompañante y apoyo de Zacarias Palafox, quien lo adoptó como hijo para quererlo, apapacharlo y hacerlo su acompañante en el difícil mundo de la ceguera.
Desde las 4 semanas, los perros labrador son donados a la escuela “leader dog org” en Michigan, Estados Unidos, ahí, identifican si cumplen con los requisitos de osamenta, de la vista, el olfato y la socialización para ser guías de personas con discapacidad. Son entrenados por especialistas y luego preparados un año por una familia que los enseñe a jugar, amar, obedecer y ayudar mediante estímulos positivos, sin agresión, sólo con amor y premios a sus logros y esfuerzo para obtener la certificación internacional como perros guía.
Posteriormente, regresan a la escuela, donde los solicitantes luego de pasar por lista de espera, deben tomar un curso de tres semanas y media en Estados Unidos para ver si hacen “match” con el perro y se adaptan ambos, cuando esta prueba pasa, el perro es adoptado por la persona interesada quien se compromete a alimentarlo, atenderlo, cuidarlo y hacerlo parte de su vida.
Así es el proceso durante 10 o 12 años cuando le perro tiene que ser jubilado para darlo en adopción a una familia, difícilmente la persona con discapacidad puede quedárselo pues adquieren un nuevo perro que los apoye y el canino jubilado debe estar en un hogar donde pueda seguir saliendo a la calle, socialice y esté integrado a un hogar.
Zacarías Palafox es muy afecto a los perros, ha tenido tres antes de Santos y fueron Leo, Duque y Hunter quienes ya cumpliere sus ciclo como perros guía, el problema al que Zacarias se ha enfrentado en Pachuca es a la falta de conocimiento de los taxistas y operadores de urvans pues no le permiten el acceso con su perro (el cual está entrenado para no hacerse del baño en cualquier lado, ni es agresivo, ni mal portado); cuenta que hay más empatía y entendimiento en los aeropuertos y aviones que entre los transportistas de Pachuca, quienes nieguen el servicio o ni siquiera se espera para que les expliquen.
Nunca ha pasado por su mente optar por el bastón en lugar del perro para evitar las negativas, “aunque cueste el camino y toque picar piedra (para lograr la empatía)” afirmó al explicar que se tiene que difundir la labor de estos perros para que la gente conozca, incluso se ofreció para que la SEMOT brinde cursos de sensibilización a los choferes del transporte convencional para sepan, pregunten y se informen sobre la manera de trabajar de los perros… son pasivos, inteligentes, juguetones y preparados para resguardar, identificar zonas de riesgo así como elegir la ruta más fácil y eficiente para la salvaguarda del invidente.
Zacarias perdió la visión entre los 26 o 27 años a causa de un glaucoma congénito y desprendimiento de retina, hoy tiene 51 años, está casado y tiene dos hijos, bueno tres, con Santos; desde hace algún tiempo su medio de transporte para ir al trabajo y llevar a sus hijos a la escuela es el Tuzobús, ahí hay más conciencia pues al ser un transporte institucional, hay más información, dijo Zacarias.
Su día a día, es: levantarse 5:30 am, alimentar, sacar al baño y lavarle los dientes a Santos, ducharse y llevar a los niños a la escuela, regresa a su casa en Fernández de Lizardi para luego ir al trabajo como instructor de braile para niños a las 9:00, sale a las 2:00 pm, va por sus hijos a la escuela y de regreso a casa.
El perro incluso le ayuda a socializar pues muchos se acercan para acariciarlo y de ahí surgen temas “eso es un estímulo positivo para Santos, se pone contento cuando lo acarician, lo malo es que nada más es a él”, bromea Zacarias.
No les ofende que les ofrezcas ayuda, al contrario, invito a las personas a que apoyen a los ciegos que ven en las calles pues uno no sabe si lo puedan necesitar, llamo a la gente a la empatía, al entendimiento y al trato con amor y respeto a los demás, tanto personas como animales.