Balcón Político
Por Carlos Camacho
Said Vargas Sáenz ha decidido cumplir lo que prometió antes de ganar las elecciones para la renovación del comité ejecutivo de la Sección 15 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en julio del 2022, ser “un secretario general fuerte. Un dirigente de tiempo completo”, para que la gente vea “un sindicato empoderado”.
Desde hace semanas ha iniciado recorridos por las regiones de todo el estado, con el propósito, primero, de hacer sentir que en la sección 15 del SNTE, sólo hay una secretaría general, no tres, y para apaciguar a quienes sienten tener merecimientos de sucederlo en el cargo y comienzan a hacer sus estrategias para sumar voluntades.
Pero, el movimiento más relevante ha sido marcar distancia de quienes lo impulsaron para llegar al cargo que hoy ostenta y que ganó holgadamente a las otras tres planillas participantes.
DE tiempo atrás se ha especulado respecto de la ruptura o distanciamiento de Said Vargas, con sus “hermanos” y ex secretarios generales, Sergio Hernández Hernández y Francisco Sinuhé Ramírez Oviedo.
Una muestra de ese distanciamiento se observó en la toma de protesta de Sinuhé Ramírez Oviedo, como presidente municipal de Zempoala, impulsado por la coalición del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el partido de los maestros, Nueva Alianza de Hidalgo (Panalh), que preside Sergio Hernández.
En la ceremonia, se sentaron en mesas separadas el dirigente del Panalh y el secretario general del SNTE.
La muestra más reciente de esas diferencias se dio apenas el sábado pasado en la Cumbre de Participación Política del Panalh, celebrada en un salón de eventos, en la que no estuvo presente Said Vargas.
Sergio Hernández y Mirna Rubio, diputada federal de Morena, pero leal al Panalh y al SNTE, tuvieron palabras de reconocimiento y de elogio para quien definieron como el verdadero “Líder moral” del Panalh, Francisco Sinuhé Ramírez.
Este, en su discurso llamó a la unidad del gremio, a “desprendernos de la soberbia y la arrogancia” y advirtió que quien no lo entienda así trate de dividir, está destinado “l olvido y al fracaso”.
Vinieron los gritos de “unidad, unidad, unidad” y de “Sinuhé, SInuhé, Sinuhé”.
Hoy, los tres “hermanos” realizan tareas específicas: uno como alcalde de Zempoala, otro como dirigente del Panalh y el tercero, tratando de afianzarse como el único líder del magisterio, aunque en eso le vaya la división con quienes lo llevaron al triunfo en las elecciones del 15 de julio del 2022.
Qué tan positiva será esta división, se sabrá cuando venga el relevo en la sección 15 del SNTE y le toque a Said Vargas, elegir a la persona que mantenga a un gremio “empoderado”, pero las intrigas, las divisiones y la ambición, podrían romper con esa unidad que, por lo pronto, parece el propio Said Vargas empecinado en quebrar sólo para hacer sentir a sus 58 mil representados que el único líder en el SNTE “soy yo”.