Los emprendedores se encuentran en desigualdad de condiciones de competencia.
Por Ignacio García
Las tiendas de conveniencia se han extendido en diferentes zonas de la entidad, lo que afecta seriamente a los micro y pequeños negocios locales que ofrecen productos similares, lo que ha derivado en aumentar la desigualdad, coincidieron académicos y economistas.
Orlando Bravo Acosta, investigador del Instituto de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que el expansionismo de las tiendas de conveniencia sin regulación a través de una economía de mercado ha desprotegido a los micro y pequeños negocios que han tendido a cerrar por no poder competir en igualdad de condiciones.
El académico señaló que las tiendas de conveniencia de distintas empresas tienen distintas ventajas respecto a los pequeños comerciantes, con lo cual concentran todo el mercado y dejan en la vulnerabilidad a los pequeños emprendedores, pues tienen una mayor variedad de oferta de productos respecto a los que distribuyen las tiendas y abarroteras.
De acuerdo con el especialista en estudios oligopólicos, se trata de una falla en el mercado que genera mayor desigualdad, ya que las tiendas de conveniencia también ofrecen una mayor variedad de formas de pago tanto en efectivo como en tarjetas y transferencias, aunado a que sus horarios de atención son mayores, ofrecen promociones especiales y más productos, lo que provoca que los pequeños comerciantes no puedan competir en ese tipo de condiciones.
Agregó que cada vez hay más tiendas de conveniencia, no sólo en zonas con un nivel socioeconómico alto o medio, sino también en las zonas más pobres, por lo que cada vez más personas optan por consumir artículos de distintos productos y variedades de forma prolongada.
Por su parte, Adriana González Regidor, economista y socióloga de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), también coincidió en que las tiendas de conveniencia han sepultado a casi uno de cada cuatro pequeños establecimientos en los últimos años que se dedican a esas actividades, aunado a que esta situación empeoró a partir de la contingencia sanitaria ocasionada por la pandemia de Covid-19.
La también integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) aseveró que los micro y pequeños negocios locales tienden a fracasar en mayor medida, cuando no existen elementos para priorizar la recuperación de este tipo de actividades económicas que han descendido de forma sostenida.
También consideró que se deben impulsar una serie de acciones fiscales para favorecer a los pequeños comerciantes y emprendedores que no han contado con algún tipo de apoyo general para enfocarse en el desarrollo económico de la entidad, principalmente en las zonas urbanas.
Asimismo, indicó que los gobiernos estatales y la Federación se pueden enfocar en desarrollar distintos proyectos de inversión para incentivar las actividades económicas y que se brinden mecanismos proteccionistas para satisfacer las necesidades de la población.
Por su parte, Verónica Vargas Juárez, dirigente de la Asociación de Abarroteros Independientes de Pachuca, señaló que hay una tienda de conveniencia a cada ocho minutos de distancia de las personas, aunado a que se trata de uno de los problemas más recurrentes en distintas zonas urbanas, por lo que se ha tratado de una invasión de las grandes empresas.
“Nosotros no podemos competir en igualdad de condiciones, ellos tienen muchas ventajas que nosotros no podemos ofrecer, porque no tenemos tanto capital para fomentar la inversión en nuestros productos”, comentó la representante de los abarroteros en distintos artículos que se comercializan en el área urbana.
También mencionó que con la pandemia al menos una cuarta parte del total de los pequeños establecimientos tuvieron que cerrar de forma permanente por la falta de condiciones para operar con las grandes empresas, mientras que no recibieron ningún estímulo económico o fiscal para favorecer el desarrollo de esta actividad económica.
De la misma manera, enfatizó que los problemas de este tipo de establecimientos es que aumentan la pobreza, ya que los emprendedores que no pueden competir tienen que cerrar de forma definitiva, mientras que quienes trabajan en este tipo de establecimientos de las grandes comerciales obtienen ingresos económicos deficitarios para satisfacer sus necesidades personales.
Según datos del Estudio de Consumo de Mercado ambiental elaborado por la organización internacional Oxfam, la elevada presencia de establecimientos comerciales de este tipo también generan un mayor consumo de artículos plásticos, principalmente de refrescos y bebidas azucaradas, lo que impacta tanto en la salud humana, como en la generación de mayor contaminación.
Aunado a que el consumo de energía eléctrica en este tipo de establecimientos para mantener en refrigeración sus productos por horarios prolongados es hasta 15 veces mayor que en las viviendas domésticas y cinco veces mayor que en las tiendas abarroteras menores.
Asimismo, datos de la Cámara Nacional Comercio (Canaco) a nivel nacional existen más de 28 mil tiendas de conveniencia de este tipo, siendo las más presentes, incluso en zonas industriales o comerciales, donde incluso se identifican varios de estos espacios en ambos lados de las vialidades para los automovilistas que han reemplazado a los pequeños establecimientos comerciales.