Los candidatos y sus Nuevas Banderas

Balcón Político Semanal.

Por Carlos Camacho

Y comenzaron las campañas por la presidencia de la República, las senadurías y las diputaciones federales, con campañas de contraste: por un lado, Xóchitl Gálvez Ruiz, con una estrategia basada en el miedo y Claudia Sheinbaum con una continuidad de la 4T, pero con cambio.

Y en el estado, los partidos definen a sus candidatos al senado:

Carolina Viggiano, como en caballo de hacienda, pues se trepó a dos jamelgos, uno que va por la vía de la conquista del voto a ras de tierra, pero si eso no funciona, entonces tiene otro camino, el de la representación proporcional, y como va en segundo lugar de la lista nacional, entonces no hay problema. Seguro llegará al Senado de la República.

El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se la juega con la dos veces diputada federal y ex secretaria de Inclusión y Bienestar (antes Desarrollo Social), Simey Olvera Bautista, a quien le gusta que le digan “La Paloma”, además del diputado federal con licencia, el ex verde ecologista y neo morenista, Cuauhtémoc Ochoa Fernández, quien se volvió tema de El Universal, al exhibir sus bienes inmuebles no registrados y lo que se le ha vuelto un dolor de cabeza, además de la guerra sucia que le generan desde dentro de su nuevo partido.

Adriana Flores Torres, era hasta hace unos días una ferviente y fiel priista, pero por sus disputas con la dirigencia estatal, decidió un fin de semana difundir un video en el que con lagrimas en los ojos anunciaba su renuncia al partido de sus amores, para al día siguiente volverse fosfo-fosfo y calzarse sus tenis color naranja para asumirse candidata a senadora de Movimiento Ciudadano.

Otra priista conversa es Yareli Melo, quien tuvo encuentros y desencuentros con Carolina Viggiano y ahora es la abanderada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), cuando todo mundo pensaba que en ese espacio se apuntaría la ex priista Nuvia Mayorga Delgado, cuya imagen se ha diluido luego que Proceso le recordó su paso por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y los más de 58 millones de pesos que habría desviado para su beneficio y el da sus familiares.

El Verde se ha vuelto noticia en estos días, no por su fuerza político-electoral, sino por sus lances, como el de impugnar la postulación de candidata a diputada federal por Ixmiquilpan, de la polémica alcaldesa con licencia, Araceli Beltrán, pues buscar que ese espacio sea para la actual diputada federal…

Además de pretender reservarle espacios a dos ex colaboradores del embajador de México en Noruega, Omar Fayad Meneses. Se trata del diputado local (que llegó por la vía plurinominal) Alejandro Enciso Arellano y el hoy presidente municipal con licencia en Mineral de la Reforma, Israel Félix Soto, quien parece aplicar la conseja de “de lo perdido, lo que aparezca”, pues la candidatura de su esposa Shadia Martínez Lozada, a sucederlo en la presidencia municipal, se diluye poco a poco.

Otro partido que busca por todos los medios su subsistencia y ha sido secuestrado por el Grupo Universidad, de Gerardo Sosa Castelán, es el del Trabajo (PT), que ( ni modo que no) postula como candidato a senador a Damián Sosa Castelán, quien andará en busca del voto con su amparo bajo el brazo, por temor a que la justicia le caiga en cualquier momento por estar presuntamente involucrado en los malos manejos financieros en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), que hoy mantienen a su hermano Gerardo en prisión domiciliaria.

Como no tuvieron acomodo en Morena, hoy el PT recicla a personajes que en su momento ganaron gracias a la fuerza mediática del presidente Andrés Manuel López Obrador, como ocurre con la legisladora de Tulancingo, Isabel Alfaro, dos veces diputada por Morena y hoy postulada al mismo cargo por el partido de la estrella amarilla.

En el PRI no cantan mal las rancheras, pues también reciclan a sus cuadros comenzando por la diputada federal, que va segura a la senaduría, y echan mano del ex gobernador Francisco Olvera Ruiz, como candidato a diputado federal por el distrito de Pachuca; o a la dos veces derrotada candidata a la alcaldía de Ixmiquilpan, Anel Torres Biñuelo.

Festina el PRI, a sus 95 años de edad, la llegada de José Antonio Rojo como delegado para la campaña presidencial, nombrado por la propia candidata Xóchitl Gálvez, en busca de que esa sola nominación se convierta en votos a favor de la coalición “Fuerza y Corazón por México”.

En la semana que termina, también sobresalen los comentarios del presidente estatal de Morena, a quien se le cuestionó la llegada a ese partido político, provenientes de otros institutos políticos y que salieron cuestionados de sus anteriores responsabilidades.

Para el dirigente morenista, todos tienen derecho a una segunda oportunidad, como él mismo la ha tenido, pues luego de militar en el PRD y ser dirigente de una organización campesina, afiliada al Congreso Agrario Permanente (CAP), y de criticar en su momento al propio López Obrador.

Y en el Partido Nueva Alianza de Hidalgo (Panalh), único que hizo alianzas locales con Morena, apenas se filtró la posibilidad de que el ex dirigente del SNTE, Francisco Sinuhé Ramírez Oviedo, sea candidato a alcalde de Zempoala, su tierra de origen, comenzó la guerra sucia en su contra, que sus seguidores atribuyen a dos ex dirigentes magisteriales, Moisés Jiménez Sánchez y Luís Enrique Morales Acosta, hoy fuera de los reflectores ambos.

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