La crisis hídrica, bandera política de los candidatos

Por Carlos Camacho

Inevitablemente temas como la crisis hídrica y la contaminación en el país, son ya temas que abordan las dos principales candidatas a la presidencia de la República y ayer lo hizo Claudia Sheinbaum Pardo, durante su visita al municipio de Tula, que históricamente ha sido azotado por la contaminación, que en la década de los 90 le valió el “distintivo” de “la cloaca del mundo”, por los elevados índices contaminantes que afectan a los habitantes de la región, su flora y su fauna.

Ya antes, Xóchitl Gálvez Ruiz, la candidata de “Fuerza y Corazón por México”, ofreció que de ser presidenta promovería que el agua de Zimapán sirva para atender la demanda en el vecino estado de Querétaro, algo a lo que se oponen los propios vecinos de ese municipio.

La candidata a senadora por la coalición “Fuerza y Corazón por México”, Carolina Viggiano Austria, ha hecho del tema parte de su discurso de campaña y ha demandado insistentemente que no se siga tratando a nuestro estado como “el patio trasero” del valle de México y concretamente de la Ciudad de México.

Quizá antes que perforar más pozos y llevarse el agua de Hidalgo a la CDMX, al Estado de México o a Querétaro, mucho se podría avanzar si se resuelve el problema del desperdicio de agua, que en el caso de la CDMX es del 40 por ciento.

En Hidalgo, el propio gobernadora Julio Menchaca Salazar, ha dicho que también aquí se desperdicia alrededor del 40 por ciento del agua que se distribuye en la zona metropolitana, debido a la obsolescencia de las redes de distribución.

Por eso, aunque no se quiera, el tema del desabasto de agua y la sequía se vuelven banderas políticas de los candidatos a los más de 20 mil cargos de elección popular que se jugarán el 2 de junio, pues el problema no es local ni regional, sino que se extiende a todo el territorio nacional y los hidalguenses no estamos exentos de esos problemas.

Claudia Sheinbaum, ofreció a los tulenses entubar los ríos, para evitar inundaciones como la que no sólo afectó a ese municipio, sino que los daños se extendieron a otros ocho del Valle del Mezquital.

Habló de plantas tratadoras de aguas, pero en la región ya existen, sólo que no funcionan, como en otros municipios de la entidad, donde esa no ha sido la solución para reducir los índices de contaminación.

En suma, el problema de la crisis hídrica, deberá ser un asunto que vaya más allá de la coyuntura política y que los gobiernos en sus tres niveles, asuman medidas serias para contener un problema para el que en su solución nos involucremos todos, al margen de disputas políticas que sólo buscan ganar votos, para luego olvidarse de un asunto de vida o muerte.

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