Por Ernesto Palma Frías
No hay un momento en que podamos decirle al tiempo: «Detente. ¡Eres tan hermoso…!», como quería Goethe. El presente no se detiene. No podríamos imaginar un presente puro; sería nulo. El presente tiene siempre una partícula de pasado, una partícula de futuro. Y parece que eso es necesario al tiempo.
El tiempo. Borges Oral.
El poder del ahora es un concepto desarrollado por el autor Eckhart Tolle en su libro del mismo nombre. Este concepto se refiere a la importancia de vivir en el presente y encontrar la paz y la plenitud en el aquí y el ahora. Según Tolle, gran parte del sufrimiento humano proviene de vivir en el pasado o preocuparse por el futuro, en lugar de estar plenamente presentes en el momento presente.
El pasado y el futuro son sólo construcciones mentales, mientras que la única realidad es el presente. Cuando nos conectamos con el momento presente, podemos ser más conscientes de nuestras experiencias internas y externas. Esto nos permite liberarnos del estrés, la ansiedad y los pensamientos negativos que a menudo nos consumen.
Vivir el momento presente también se relaciona con la idea de aceptar lo que es, en lugar de resistirse o tratar de cambiarlo. Al aceptar el momento presente tal como es, podemos encontrar la paz interior y abrirnos a la posibilidad de un cambio positivo en nuestras vidas. El poder del ahora es la capacidad de estar plenamente presente y consciente en el momento presente, liberándose de la carga del pasado y la preocupación por el futuro y encontrando la paz y la plenitud en el momento presente.
Eckhart Tolle aborda la importancia de vivir en el momento presente y liberarse del sufrimiento mental causado por el apego al pasado y la preocupación por el futuro. Tolle explica cómo el estado de conciencia plena en el ahora, puede llevar a la transformación y al despertar espiritual. Además, habla sobre la naturaleza del ego y cómo podemos liberarnos de su influencia para encontrar la paz interior. A través de ejercicios prácticos y enseñanzas profundas, Tolle nos presenta su visión de la importancia de la presencia consciente para llevar una vida plena y en armonía con el universo.
El cristianismo enseña a sus seguidores a vivir en el presente de manera consciente y orientada hacia Dios. Según la enseñanza cristiana, el presente es el único momento en el que podemos tener una influencia directa y por lo tanto, se anima a los creyentes a hacer el bien y a tomar decisiones sabias y piadosas en el presente.
El cristianismo también destaca la importancia de vivir en el presente sin preocuparse demasiado por el futuro o arrepentirse del pasado. En lugar de preocuparse por cosas que están fuera de su control, los cristianos son llamados a confiar en Dios y a buscar su voluntad en el presente. Además, el cristianismo enfatiza la idea de que cada día es un regalo de Dios y por lo tanto, debe ser aprovechado al máximo.
En el budismo se enfatiza la importancia de vivir en el presente y estar plenamente consciente de cada momento. Se considera que la mente está constantemente atrapada en el pasado o preocupada por el futuro, lo que causa sufrimiento. Por lo tanto, el budismo promueve la atención plena, que implica prestar atención consciente y sin juicio a la experiencia presente.
Según el budismo, el pasado ya no existe y el futuro aún no ha llegado. Sólo el presente es real y es el único momento en el que se puede experimentar la vida plenamente. La práctica de vivir en el presente ayuda a cultivar la atención plena y a desarrollar una mente clara y equilibrada.
Al vivir en el presente, uno puede liberarse de las ataduras del pasado y las preocupaciones del futuro y cultivar una vida más auténtica y satisfactoria. El budismo también enseña que la gratitud y la compasión son fundamentales para vivir en el presente y encontrar la felicidad duradera.
Más allá de las creencias religiosas o filosóficas, en la actualidad los avances neurocientíficos nos permiten apreciar los beneficios de vivir el momento presente, y de disfrutar las experiencias “en tiempo real”. El verdadero reto es no perder tiempo preocupándose por el pasado o anticipando el futuro, sino enfocarse en el momento y encontrar felicidad en él.
La mayoría de nuestras preocupaciones y ansiedades se originan en el pasado o en el futuro. Al vivir en el presente, nos liberamos de estas preocupaciones y nos enfocamos en las cosas que realmente podemos controlar y cambiar en el ahora. Esto nos ayuda a reducir el estrés y la ansiedad y a tener una vida más equilibrada y tranquila.
Al vivir en el presente, somos más conscientes de las oportunidades y posibilidades que se presentan en nuestras vidas. Nos volvemos más abiertos y receptivos a nuevas experiencias y conexiones, lo que puede llevar a un crecimiento personal y profesional significativo.
Vivir en el presente nos permite estar más presentes mental y emocionalmente en nuestras relaciones con los demás. Nos ayuda a conectar de manera más profunda y auténtica con las personas que nos rodean, lo que fortalece nuestros vínculos y enriquece nuestra vida social. Es una forma de vida más consciente, enriquecedora y gratificante.