Por Carlos Camacho
El rector Octavio Castillo Acosta, sabe que podría pasar a la historia como el impulsor de un cambio verdadero en la vida interna de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), sometida al férreo control del grupo que encabeza Gerardo Sosa Castelán, desde hace más de cuatro décadas…pero no se decide.
Y ayer dio muestra de ello al negarse a atender dos planteamientos de los estudiantes que mantienen un paro de actividades, consistentes en la dimisión del dirigente estudiantil, José…y la petición de perdón público por las agresiones sufridas el 19 de septiembre, cuando estudiantes del Instituto de Artes (IDA) intentaron entrar por la fuerza al edificio de Abasolo 600, sede de las oficinas centrales de la máxima casa de estudios, y fueron repelidos con gases lacrimógenos, polvo de extintores y a garrote limpio, por personal de seguridad de la institución y estudiantes comandados, precisamente, por el presidente del Consejo Estudiantil Universitario Esteban Rodríguez Dávila.
En el imaginario colectivo se sabe que Octavio Castillo no toma decisiones propias y consecuentemente no puede ni pedir perdón ni decidir la salida del estudiante incómodo, con el mismo argumento que esgrimió en el caso de la ex directora del IDA, María Teresa Paulín Ríos, de que no estaba en sus facultades pedir la renuncia de su protegida, situación que al final ocurrió, aunque demasiado tarde, cuando a los alumnos del IDA ya se habían sumado los de otros cinco institutos y otras escuelas superiores del interior de la entidad.
Ayer, se instaló una primera mesa de discusión en busca de establecer acuerdos para concluir con el paro de actividades, pero las discusiones se atoraron cuando los alumnos pusieron como condición para seguir las pláticas, que la rectoría ofreciera una disculpa pública por los agredidos del 19 de septiembre y la salida inmediata del dirigente estudiantil, Rodríguez Dávila, quien debió dejar el cargo desde el 2021.
La respuesta fue negativa y los alumnos suspendieron las negociaciones y el rector salió del recinto entre gritos de ¡fuera! ¡fuera! ¡fuera!, sin dar explicación alguna.
En su comunicado número 16, la UAEH, presentó otros datos y tituló su comunicado así: Inicia con éxito la mesa de diálogo para atender pliego petitorio.
Aunque en el mismo encabezado reconoce que: Estudiantes cancelan continuación de la negociación.
En su último párrafo, dice textual:
Lamentablemente un grupo del estudiantado no ha permitido la continuidad de la mesa de negociación. La Universidad y el rector están seguros de que el camino del diálogo es el correcto. Se reitera la plena disposición y apertura para reanudar las negociaciones. Se mantienen los canales de comunicación abiertos.
El problema aquí es que mientras el rector no sea autónomo, el conflicto parece alargarse peligrosamente y de ser así, llegará el momento que vuelva a la mesa la exigencia de que Octavio Acosta decline a su cargo, como condición para que las pláticas sigan y lleguen a buen puerto.
