Por Ignacio García
En Hidalgo, en promedio, cada persona desecha cerca de 500 gramos de plásticos al mes, lo que representa en promedio más de 150 millones de toneladas mensualmente, lo que representa cerca del 16 por ciento del total de los gases de efecto invernadero que se generan en la entidad, de acuerdo con el estudio “Niveles de Contaminación Causados por Plásticos en México”, elaborado por el Instituto de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El estudio reveló que en promedio el 60 por ciento de los hidalguenses utilizan plásticos de primer uso, es decir, que no reutilizan, mismos que están relacionados con utensilios y trastes de alimentos como platos, cucharas, tenedores, vasos, cuchillos, entre otros, y que representaron la mayoría de los plásticos empleados por primera ocasión.
De acuerdo con el estudio de la UNAM, Hidalgo se ubicó por debajo del promedio nacional en cuanto al uso de plásticos, no obstante, estableció que la tendencia de dejar de utilizar este tipo de materiales apenas se redujo diez por ciento con la prohibición de bolsas de mano que fueron empleadas para actividades de una sola ocasión.
De la misma manera, enfatizó que el consumo de plásticos creció 20 por ciento en los municipios urbanos, donde la mayoría de las personas utilizaron estos productos para actividades domésticas, con lo cual los hábitos de consumo de la población no han cambiado con las prohibiciones de distribución y venta de este tipo de materiales en el estado.
Al respecto, Edmundo Gómez Guevara, investigador de Ciencias Ambientales de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), explicó que el consumo ilimitado de plásticos ha contribuido al cambio climático, pues se tratan de sustancias que demoran cientos de años en desaparecer, pues en algunos casos tardan más de 500 años como en los vasos.
El investigador expuso que se necesitan políticas públicas orientadas a la disminución de productos de distintos tipos como los plásticos y promover la economía circular, es decir, el reciclaje como un elemento sustancial en los procesos de conservación de materiales.
El también integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) refirió que los plásticos son materiales que no se degradan con facilidad, pero el promedio del tiempo de uso de los mismos puede ser de menos de cinco minutos como los popotes, por lo cual se tratan de aspectos básicos que deben ser abordados.
También aseveró que la mayoría de las personas que emplean plásticos no los vuelven a ocupar y tampoco hay separación de los residuos entre los desechables y no desechables o entre orgánicos e inorgánicos que pueden favorecer el aprovechamiento de otros productos más duraderos que pueden revertir de forma sistemática los efectos del cambio climático, pues son altamente dañinas para el entorno natural.
Refirió que no se han implementado acciones de prevención y educación ambiental en las nuevas generaciones para concientizar a la población infantil sobre la importancia de reducir el uso de este tipo de materiales que pueden ser nocivos para el medio ambiente, así como la separación de los productos, pues cuando son retirados a los espacios públicos pueden incluso afectar a especies de flora y fauna.
Por su parte, Jonathan Job Morales, presidente de Biofutura, coincidió en que se necesitan acciones para prevenir el uso de plásticos de forma permanente, pues han identificado que si bien no existen litorales marítimos, también hay presencia de residuos sólidos en los espacios acuíferos como ríos y lagos del territorio estatal.
El activista reiteró que el gobierno federal, el estatal y los municipales no cuentan con sistemas de separación de desechos sólidos, por lo cual se mantienen los rellenos sanitarios al aire libre y sin la clasificación de los mismos para que se cuiden estos espacios de forma significativa para la población.
Asimismo, lamentó que las autoridades no destinen recursos económicos para concientizar a la población sobre la importancia de reciclar y fomentar la reutilización de los productos que forman parte de las actividades cotidianas, con lo cual se tratan de necesidades básicas que no han sido atendidas.
Por su parte, Gabriela Torres Espinosa, fundadora de la colectiva “Hidalguenses por la Naturaleza”, sostuvo que las empresas de plásticos se han dedicado a defender intereses económicos para seguir elaborando productos que no necesariamente son de los más demandados y que tampoco están prohibidos.
“Los plásticos son materiales muy dañinos para el medio ambiente, no se utilizan bolsas, pero la mayoría de los utensilios que se emplean en los puestos de comida no se vuelven a aprovechar, y las autoridades tampoco se preocupan para mejorar esta situación”, narró la defensora de los derechos ambientales, quien protestó por el crecimiento del calentamiento global en el estado.
Además, añadió que los plásticos como el PET son perjudiciales para el entorno natural, debido a que seguirán presentes en los próximos años con deterioros graduales en el entorno natural y que no han sido contemplados en acciones gubernamentales ni por parte de la ciudadanía con su responsabilidad colectiva.
A su vez, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales federal (Semarnat) reveló que Hidalgo es uno de los estados con menos acciones específicas para combatir el cambio climático a consecuencia de la elevada distribución de plásticos para actividades de primer uso que no vuelven a emplearse.