Por Miriam Camacho
Hace unos días el colectivo “Arbolito Cultural” cumplió un año de manera formal en la promoción, desarrollo y crecimiento de la cultura en el Barrio de El Arbolito de Pachuca, pero llevan más de nueve años desarrollando actividades con la comunidad para demostrar que un barrio considerado peligroso tiene muchas más oportunidades que acabar en de la delincuencia.
Desde hace varios años, Ángel Alberto Guillón López y Casandra Roque Barrera, tuvieron la iniciativa de hacer algo por la gente del barrio, por un lado, Ángel quien vivió sus primero años en El arbolito y por otro, Casandra quien es del barrio de Cubitos, unieron esfuerzos por cambar un poco el chip de la comunidad y a la vez proyectar una visión diferente de la sociedad respecto a la gente que vive en estos lugares y quitar el estigma de que son lugares peligrosos con gente de cuidado.
Estos dos jóvenes ahora son profesionistas y han tenido la oportunidad de salir de ese entorno e incluso visitar otros países, prueba tal de que sí se puede, pero más allá de esto, regresaron al barrio para contribuir y hacer labor social; les ha costado trabajo pues desde la iniciativa, se les vio como simples jóvenes soñadores, pero a lo largo del tiempo y el trabajo han ganado se han ganado espacio como impulsores de la historia, gastronomía y cultura del barrio de El Arbolito.
En cuanto a la visión externa de que son lugares de peligro, Ángel comentó que a él nunca le ha tocado ver situaciones de narcomenudeo o ese tipo de cosas, “sí el borrachito y la caguama” pero algo relativamente normal en cualquier colonia de Pachuca, aunque también reconoce que para contrarrestar actos delictivos, de un tiempo a la fecha hay presencia de policías estatales y de Guardia Nacional que suben a hacer rondines.
A lo largo de su trayectoria altruista si han tenido algunos inconvenientes con la misma gente del barrio, de algún modo causa envidia el tener presencia pues han recibido amenazas leves o han generado chismes en su entorno como que lucran con las actividades o se sienten “dueños” del barrio, situación que han dejado de lado para seguir trabajando con la gente que sí aprovecha las actividades que realizan, prueba de ello es que ya son unas 250 personas que apoyan de manera altruista al movimiento.
Llevan a cabo talleres deportivos, culturales, gastronómicos y de emprendimiento; por ejemplo clases de futbol para los niños que tienen un costo de recuperación para el profesor de 15 pesos o 5 botellas de pet y ellos buscan patrocinios y donaciones del equipo a utilizar; lo más caro es el taller de cocina “aprende-emprende” que cuesta 50 pesos y tiene la finalidad de llevar chefs profesionales a enseñarles comida gourmet con la que pueden aprender y capitalizar, es caro porque hay que pagar gas, luz, utensilios, entre otros que sirven para tal fin pero ahí se forman equipos y la comida resultante se la llevan a sus casas.
Para el taller de pintura por ejemplo se cuenta con el patrocinio de Comex que dota de material a un artista de la Ciudad de México quien acude cada semana a enseñar a los niños, en otra ocasión fueron profesionistas que han trabajado en la NASA para enseñar a hacer cohetes con material reciclable, realizaron un taller con el afamado chef Aquiles Chávez y su hija para hacer comida sustentable, entre muchos otros más como composta, huertos urbanos, talleres artesanales y de más.
En noviembre del 2022 fueron llamados por Lizbeth Quintanar Gómez, Secretaria de Turismo de Hidalgo para reconocer su labor, y gracias en parte a este trabajo es que lograron el nombramiento por el Secretario de Turismo del gobierno de México (SECTUR) Miguel Torruco Marqués como “Barrio Mágico” sin embargo, a cuatro meses de recibirlo, no se ha visto el trabajo de los tres órdenes de gobierno para dar seguimiento.
El desarrollo de este proyecto corresponde al gobierno municipal, estatal y federal, cuya intención es detonar el desarrollo en las zonas de las ciudades capitales que no pueden ser nombradas pueblos mágicos por estar en ciudades, pese a ello, ninguno de los directamente involucrados ha hecho nada para lograrlo, sólo se ha delimitado que serán las calles de Galeana y Reforma donde en una primera etapa se pintarán fachadas.
Sin embargo, gente del colectivo se ha dado a la tarea de recopilar firmas casa por casa para contar con la aprobación de las pintas pero también se han encontrado con viviendas que datan de 300 años que no pueden ser pintadas por su valor histórico pero tampoco pueden ser rehabilitadas porque es muy caro y no hay presupuesto para ello.
Alternamente, el colectivo habilitará la calle de Loreto, Progreso y Terreros para crear un corredor lineal que contará con murales, artísticos, fachadas y elementos vegetales para que la gente acuda y consuma los productos locales que con esmero preparan los lugareños; para detonar el desarrollo económico también realizan dos o tres veces al mes un recorrido guiado gratuito donde se les cuenta un poco de la historia de cada lugar emblemático, no tiene costo sin embargo, se invita a los asistentes a consumir algo en el corredor gastronómico ( aunque sea un tamal, un elote o un café) o comprar alguna de las artesanías que realiza el colectivo (gorras, llaveros, playeras) para reinvertirlo en la comunidad.
También imparten cursos de inglés y de emprendimiento, con la idea de que algún día algo de lo realizado en El Arbolito se exporte; actualmente hay unos 20 o 25 emprendimientos ya funcionando a partir de los conocimientos que han adquirido del colectivo, pero quieren llevarlos a ser Micro empresas formales; el creador de la pequeña empresa Tacostor comparte su experiencia como emprendedor para explicarles cómo llevar a cabo un proyecto ya que este personaje cuenta con diversas sucursales de su producto en Pachuca.
El proyecto del barrio mágico está en pausa, no se ve mucha voluntad para llevarlo a cabo, sin embargo, el colectivo continúa su labor al margen del gobierno; este sábado 15 de julio, por ejemplo, llevaron a cabo el Festival Pulque, Minería y Tradición, a propósito del día del minero en la cancha del Popolo con diversas actividades desde las 12:00 hasta las 19:00 donde hubo talleres de composta, máscaras de cartonería, actividades con Don Mario Maguey (pulquero del barrio), juegos de rayuela, canicas y lotería, corredor gastronómico y artesanal entre otros.
El trabajo se nota y este grupo ha logrado ganar el premio Municipal de la Juventud, la proyección juvenil estatal, participar en un proyecto de turismo sostenible en Viña del Mar en el país de Chile, desarrollar un proyecto en PACMyC a nivel federal y se han realizado dos festivales culturales, más de 10 callejoneadas, más de 35 recorridos, talleres de composta y huertos urbanos, con el fin de aprovechar desechos orgánicos y generar huertos verdes.
Empresarios, políticos y personas comunes de la sociedad civil ven con buenos ojos esta iniciativa y han apoyado en diversos aspectos, el próximo proyecto es lograr el distintivo de barrio sustentable, para ello ya se trabaja con la gente para que aprenda a ser sustentable desde sus hogares y corran la voz para que vean lo rentable y amigable con el medio ambiente que es reutilizar lo que para muchos es desecho todo con la idea de que “reviva el barrio”.